No tan bellas las artes en Sevilla
Siento un profundo pesar al tener que utilizar esta tribuna para puntualizar algunas de las afirmaciones de mi compañero Juan Cordero, decano de la facultad de Bellas Artes de Sevilla, lanzadas a modo de reto en EL PAIS del 27 de septiembre en esta misma sección.Afirma el señor Cordero que yo he realizado declaraciones a EL PAIS. No es cierto. Basta leer EL PAIS de 24 de septiembre para comprobar que la frase que me atribuye no procede de unas declaraciones, sino de un informe remitido al rector de la Universidad de Sevilla, que a mi pesar y con mi desconocimiento llegó a manos, supongo, del corresponsal de EL PAIS, José Aguilar. Sí es cierto, en cambio, que las primeras declaraciones sobre el tema las realizó el señor Cordero al diario Abc de Sevilla el pasado 23 de septiembre.
El señor Cordero afirma que no he empleado para mis acusaciones (utilizo su expresión) los cauces que la institución universitaria tiene previstos y por ello me califica alejado de la ética universitaria. No es cierto. Con respecto a lo que considero injusta supresión de un contrato del departamento de Teoría e Historia del Arte, que me honro en dirigir, supresión que afecta al profesor Luis Guembe Casi, me he dirigido personalmente y por escrito al decano, a la Junta de Facultad, a la comisión de contratación del centro, al departamento de personal del rectorado; personalmente, a la gerencía de la universidad hispalense, y en persona y por escrito, al rector de la misma. Lo que sí es cierto, como el decano muy bien sabrá, que algunas de estas diligencias no han recibido respuesta alguna y que uno de los informes, el dirigido a la comisión de contratación, fue censurado por el presidente de la misma, es decir, el decano o su delegado.
El señor Cordero afirma que a. mediados de curso pasado falleció un profesor de la facultad. No es cierto. Falleció en la segunda quincena de diciembre y el curso comprende de octubre a septiembre. Y el dato es de importancia para calibrar la actuación del profesor que lo sustituyó, Luis Guembe.
El señor Cordero afirma que nadie va a sustituir al profesor Guembe. No es cierto. El mismo decano lo sustituyó en el Plan de Organización Docente para el curso 1980-1981, presentado al rectorado sin consulta alguna con los departamentos ni con la Junta de Facultad. Lo sustituyó eliminando uno de los contratos del departamento de Teoría e Historia del Arte y dividiendo las horas del mismo (nueve) en dos partes: una de ellas (seis) fue otorgada a un catedrático interno de Pedagogía del Dibujo, y la otra (tres) se acumuló a un contrato de nivel C (nueve horas).
No creo que estas otorgaciones arbitrarias se ajusten a la más estricta legalidad, como el decano afirma, y mas aun si se tiene en cuenta que la asignatura otorgada, sin consulta al profesor de Pedagogía del Dibujo, corresponde a la titularidad de la cátedra que gané por oposición, es decir, Historia General de las Artes Plásticas.
No es cierta tampoco la versión de que el decano ofrece del caso del catedrático Miguel Pérez Aguilera y existen pruebas y datos que lo confirman (Plan de Organización Docente, desarrollo de la Junta de Facultad del 26 de junio y carta de Miguel Pérez Aguilera leída en la junta citada). Lo que sí puede ser cierto es que ante el -supongo inesperado, por su parte- apoyo público al profesor Aguilera, el señor Cordero, antes de iniciarse el curso, haya tenido que improvisar tal versión./
catedrático de Historia General de las Artes Plásticas.
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