El Hospital General de Huelva lleva diez años en construcción
En Huelva es ya corriente escuchar la frase «Esto va a durar más que las obras del hospital» cuando la resolución de algún asunto sufre un retraso considerable. Y, desde luego, poderosas razones ha habido para acuñarla, porque realmente las obras de edificación del nuevo hospital general, dependiente de la diputación provincial tienden a merecer el calificativo de «eternas».
Hace ahora diez años que fueron adjudicadas y, curiosamente, la diputación provincial ha sorprendido de nuevo al ciudadano onubense al informarle de que ha aprobado -en pasada sesión plenaria- una nueva operación de préstamo con el Banco de Crédito Local, por importe de cincuenta millones de pesetas, para realizar nuevas obras en el citado hospital, sin que se haya fijado plazo para la terminación de las mismas.En diciembre de 1977, representantes de partidos políticos y centrales sindicales acordaron solicitar de los organismos competentes que dicho edificio, ahora en construcción, fuese cedido a la Seguridad Social, única entidad con capacidad para ultimar la obra y dotarla de la plantilla y medios adecuados. Sin embargo, tal petición no fue aceptada y, por, tanto, la puesta en funcionamiento del hospital continúa constituyendo una inquietante incógnita, lo que está provocando las más fuertes críticas en estamentos provinciales.
Alarmante nivel sanitario
El problema del hospital viene a unirse a un hecho incuestionable reiteradamente denunciado. Huelva ocupa una de las posiciones más marginadas dentro del espectro sanitario español.
Recientemente, el comité de empresa de la residencia sanitaria, con sede en la capital, llegó a calificar de «dramática, indigna y bochornosa» la situación en que se halla esta provincia en el terreno hospitalario.
Para el citado comité, Huelva se encuentra «a la cola del Estado español en cuanto a asistencia sanitaria». El comité señala que, mientras a escala nacional existe una media de más de cinco camas hospitalarias por cada mil habitantes, en esta provincia rige una media de menos de tres, incluyendo las del sector público y privado.
Los enfermos comen sin cubierto
Según las mismas fuentes, «la aglomeración de internos en la residencia sanitaria de Huelva -que cuenta con medios y personal para atender oficialmente a trescientos- hace que los quinientos enfermos que soporta actualmente estén en una gnominiosa situación». En opinión del comité de empresa, la situación viene representada por una acusada escasez, de camas (miles de enfermos han estado de siete en siete en habitaciones de cuatro camas), hospitalización de enferrnos graves en los propios pasillos, insuficiencia de servicios elomésticos (se ha visto comer a los enfermos con las manos por falta de cubiertos) y falta de servicios higiénicos (casos de existir tres WC para 45 enfermos, ante la imposibilidad de construir otros nuevos).
Por otra parte, la junta facultatíva de la residencia sanitaria de Huelva ha puesto de relieve que este centro, construido en 1950, ha quedado invalidado arquitectónicamente para seguir desempeñando una función hospitalaria. Al mismo tiempo, ha subrayado la insuficiencia de los servicios de cocina y lavandería, la carencia de horno crematorio, grupo electrógeno y archivo general y centralizado de historias elínicas, aparte de una evidente ralta de personal sanitario. En opinión de la junta, «todos los puntos expuestos han sido reiteradamente denunciados, sin que por parte de los organismos centrales se nos haya hecho el menor caso».
El Colegio de Médicos de Huelva ha solicitado del ministro de Sanidad que programe una visita a esta provincia, y el comité de la empresa de la residencia sanitaria ha dirigido un llamarniento a los parlamentarios onubenses y Consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía «para que utilicen todos los medios legales precisos para salir del caos sanitario» en que se halla esta zona andaluza.
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