Europa y el terrorismo

«Terrorismo: acto criminal dirigido contra un Estado con la voluntad de crear una situación de terror en los espíritus de personas particulares, o de un grupo de personas o del conjunto del público». Esta defición de la Sociedad de Naciones, cuya pusilanimidad se explica por la fecha, 1937, cuando tuvo lugar el debate contra el terrorismo, debido en parte a Francia, que después del asesinato de Alejandro I de Yugoslavia en Marsella reclamaba una cooperación internacional contra el terrorismo.Pero desde hace una década la mayoría de los países de la Europa occidental se ven confrontados de nuevo con elfenómeno de la violencia política ( ... ).

Se afirma que la lucha contra el terrorismo requiere una voluntad política, que puede explicar en parte el éxito de la lucha.

Esta volunta'd política existe muy fuerte en países como Alemania y Gran Bretaña; no existe más que en ciertos momentos en Italia, donde una arquitectura política frágil y móvil, complicada por algún servicio secreto nacional y extranjero, paraliza con mucha frecuencia al Estado. No existe prácticamente en España. Por una parte, porque el personal político parece temer que opciones muy radicales hagan resurgir los antiguos demonios. Por otra, porque el país no ha podido desembarazarse de cierta gangrena que afecta particularmente a los órganos de represión: aunque los estrategas de Madrid. y Bilbao tienen una visión bastante exacta de las cosas, el ministro del Interior, Juan José Rosón, tiene una conciencia perfectamente clara del peligro que ETA representa para la cohesión y la esencia misma del país ¿puede asegurar que la policía está dispuesta a desempeñar su papel?

En la apatía de esta última, algunos no dudan en ver el comportamiento lógico de un cuerpo de Estado que ha permanecido impregnado del antiguo régimen.

Todos los jefes de la policía, a cualquier nivel que sea, han hechosu aprendizaje bajo Franco, y en más de una comisaría el retrato de Juan Carlos, cuando no está pura y simplemente ausente, se le ve acompañado del anterior jefe del Estado. Como los militares, víctimas también de las balas de la ETA, los policías tienen pocas simpatías por el régimen democrático, que acusan de dejar proliferar la pornografía, la criminalidad bajo todas sus formas. Entonces esos jefes de policía, ¿no tienen tendencia a dejar que el terrorismo se desarrolle, con la esperanza de que un día la inseguridad se haga tan insoportable para la población que ésta estaría dispuesta a aceptar un régimen fuerte? ( ... )

, 23 de septiembre.