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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Movimientos de izquierda

La gran baza de los sistemas capitalistas y conservadores que gobiernan todos los países industrializados occidentales y no occidentales, es la polarización de todas las ideas y de todas las tendencias; su clasificación según unos moldes fáciles de manejar y de destruir cuando atentan a sus intereses.Los «movimientos de izquierda», grupos con unos prograrrias similares en todos los países, representan la verdadera fuerza de oposición tanto del imperialismo occidental como de la dictadura represiva del Este. Al hablar de grupos de izquierdas me refiero a esos grupos socialistas, que reciben el nombre genérico de movimientos de liberación y tendenclas similares, nunca extremistas; los grupos extremistas desgajados de estas filas representan para ellas unos enemigos comparables a las propias dictaduras. Los ultraconservadores o los más conservadores dentro del sistema consideran, o mejor aún quieren o les interesa considerar, que estos grupos sociales son dirigidos por Moscú para desestabilizar el sacrosanto sistema de vida que se desarrolla en los países capitalistas. Craso error, amigos, nada más lejos de la realidad que esa deformada interpretación de unos movimientos que, en algunos casos, llegan, incluso, a tener un marcado acento nacionalista.

La filosofía más inteligente es, sin duda, la que llevan a cabo nuestros liberales gobernantes. Critican las dictaduras en norribre de los tan traídos y llevados derechos humanos, como si ellos los observaran; critican el régimen comunista por las mismas razones,y lo mismo hacen con todo aquelloque pueda atentar a sus personales intereses, pero son plenamente conscientes de que la tendencia lógica, la obligada proyección de la evolución social es precisamente el germen que, bien o mal encaminado, mueve a estos irreverentes grupos contestatarios que forman la izquierda. por eso ninguna lucha abierta contra ellos saldría bien librada, y dejan hacer, naturalmente sin perjuicio para ellos. Una de cal y otra de arena. No pueden luchar contra lo irreversible, pero por encima de todo, por encima de todos, están sus intereses de clase, el sistema de vida que ellos han creado a su imagen y semejanza para sí y sus «invitados».

La problemática que se plantea no es nueva, es la de siempre; mil veces tratada desde todos los ángulos, pero no por eso con mejor fortuna. Hay cosas que deberíamos repetirnos diariamente, de la misma forma que los buenos días cuando nos encontramos con el vecino en el ascensor./

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