Los exportadores de plátanos canarios protestan por las nuevas normas de calidad

Los cosecheros de plátanos de las islas han decidido con especial inquietud la futura reestructuración de la comercialización de dicha fruta. Todos los sectores relacionados con la producción platanera insular se reunirán el próximo 11 de octubre en Santa Cruz de Tenerife, en una cumbre regional, para analizar el anteproyecto de modificación de la normativa de tipificación de dicha fruta, con el que la comisión nacional del plátano pretende introducir nuevos controles de calidad del producto

Los agricultores de la isla de la Palma, productora de la cuarta parte de los cuatrocientos millones de toneladas de recolecta anual en las islas, han sido los primeros en elevar su protesta contra la futura normativa, por considerarla perjudicial para sus intereses.Según un portavoz de la Asociación de Exportadores de Plátanos de la citada isla, la nueva normativa, «que no ha sido consultada previamente a los afectados en las islas», perjudica la exportación, al exigir que cada manilla de plátanos posea, como mínimo, dieciséis dedos para poder ser considerada de calidad extra. Actualmente, hay tres calidades de plátanos: extra, primera y segunda. En opinión de los agricultores, esta medida, además de ser rigurosa (actualmente sólo se exige un mínimo de diez dedos), se presta a una picaresca que favorecería a los detallistas, ya que éstos podrían vender como extra los plátanos que han obtenido a precio inferior, de primera calidad, al no poseer los dieciséis dedos fijados.

Perjuicio a la exportación

«Sería la catástrofe para el plátano de Canarias», señaló el alcalde de Los Llanos de Aridane, municipio palmero dedicado eminentemente a la producción de dicha fruta, y añadió: «Lo que hay que hacer es obligar a que se cumpla la normativa vigente e impedir que se llegue a lo que ahora se pretende, pues no sabemos si, en el fondo, lo que se intenta es beneficiar a unos pocos, en perjuicio de la mayoría».En una reunión en la que participó la comisión de Agricultura del Cabildo Insular de esta isla y representantes de cooperativas exportadoras, cosecheros y de la Comisión Regional de Exportadores de Plátanos (CREP), se acordó, por unanimidad, rechazar la modificación de la citada normativa y solicitar solidaridad a los cabildos y cámaras agrarias de las restantes islas para que secunden dicha oposición. El Cabildo Insular de La Palma convocará próximamente al pleno para tratar el tema y dirigirse posteriormente a las autoridades ministeriales y organismos locales competentes.

De otra parte, ayer la comisión delegada de la Cámara Agraria de Santa Cruz de Tenerife decidió señalar para el 11 de octubre una cumbre regional del plátano, a la que asistirán los presidentes provinciales de las cámaras agrarias, asociación de agricultores y ganaderos, CREP, asociaciones de grupos exportadores, cooperativas, presidentes de los cabildos insulares, Coplaca, senadores agrícolas consejero agrícola de la Junta de Canarias y presidentes de las cámaras locales.

Una riqueza primordial

La producción platanera anual del archipiélago está cifrada en más de cuatrocientos millones de toneladas. Se trata de una fuente de ingresos primordial para las islas. El mercado exclusivo de este producto es el peninsular, si bien también se envían algunos mínimos contingentes a países europeos. Las cuatro islas productoras de plátanos son: Tenerife, Gran Canaria, La Palma y Hierro. La relación entre los promedios de exportación y consumo local está fijada entre un 94% y un 6%, respectivamente, con respecto al total de kilos de recolección anual. En un reciente informe del centro de investigación económica y social de la Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria se indica que en el período 1951-1976 se ha registrado un incremento del 57% en la producción platanera, debido, principalmente, al proteccionismo del mercado peninsular.