El fiscal pide cinco meses de arresto para el editor del libro "¡A ver!"

Pese a los esfuerzos de la defensa para impedirlo, el presidente de la Audiencia Provincial de Salamanca decretó que se celebrara a puerta cerrada el juicio contra Lorenzo Rodríguez, director de Lóguez Ediciones, editora del libro de información sexual ¡A ver! El abogado defensor apeló a que la vista pública constituía una garantía de juicio justo; a que todos los asistentes eran personas adultas, por lo que no cabía riesgo alguno de escándalo, y a que la celebración a puerta cerrada transgredía la Constitución. Sin embargo, prevaleció la propuesta del fiscal.

Durante la sesión de ayer, el fiscal reiteró su solicitud de cinco meses y un día de arresto mayor, y de seis años y un día de inhabilitación especial para el editor, por un delito de escándalo público aparte del decomiso de los libros intervenidos y de os fotolitos utilizados para la impresión. Por el contrario, la acusación contra las personas que figuraban en el libro como traductores de la edición castellana ha sido retirada.El juicio concluirá esta mañana con el turno del abogado defensor, que solicitará la absolución de Lorenzo Rodríguez. El fiscal expuso ayer, en sus conclusiones, que el libro resulta pernicioso para los niños y que si bien éstos requieren una educación sobre temas sexuales ésta debe realizarse de forma diferente. El hecho de que el destinatario de ¡A ver! sea el público infantil constituye para el fiscal la base de su acusación.

Por su parte, la defensa, según puso de manifiesto durante el interrogatorio a los testigos, pretende demostrar no sólo el carácter informativo y pedagógico de la publicación, sino también que el destinatario de la misma son los niños en compañía de sus padres. El abogado defensor insistió además en el carácter de las asociaciones que presentaron la denuncia contra ¡A ver! ante el fiscal general del Reino.

¡A ver! es un libro de información sexual dirigido a los niños y a los padres. La obra está constituida por fotografías del norteamericano Vill McBride que son comentadas en forma de diálogo por niños. La psiquiatra Helga Fleischhauer-Hardt trata las particularidades del desarrollo sexual. El prólogo, de carácter teórico, corre a cargo de Helmut Kentler. ¡A ver!, que cuenta además con dos apéndices destinados a alteraciones de la sexualidad y métodos anticonceptivos, ha sido galardonado con diversos premios en Alemania y Estados Unidos.

Tras su presentación en la Feria del Libro de Madrid, el pasado año, tres meses después de la aparición de la versión castellana, dieciséis asociaciones de padres de familia, de viudas y otras, entre las que también se encontraba Unicef, presentaron una denuncia ante el fiscal general.

Pese haber sido citados por la defensa cuatro representantes de las asociaciones denunciantes, ninguno de ellos compareció en el acto de juicio. Por el contrario, el teólogo moralista Benjamín Forcano, profesor del Instituto Internacional de Teología, calificó a tales asociaciones, no obstante su confesión católica, como «desfasadas, reaccionarias y en desacuerdo con las directriées más importantes de la Iglesia».

Aparte del citado moralista, fueron citados, como peritos de la defensa, el psicólogo Félix López y el pedagogo Angel Pérez, profesores ambos de la Universidad de Salamanca, quienes hicieron especial hincapié en el contexto de cariño y naturalidad en que está presentado el libro, e insistieron en la conveniencia de que los niños se encuentren con imágenes y conocimientos realistas sobre la sexualidad en un marco digno y amoroso.

El periodista Pedro Altares presentó en el juicio un informe sobre la reacción de los medios de comunicación tras el secuestro de ¡A ver! También declararon como testigos el ginecólogo Juan de Dios, la profesora de psicología de la. escuela de Magisterio Fernanda Serrano, el escritor sobre temas infantiles Fernando Alonso, el profesor del colegio Trevenco, de Madrid, Federico Martín, y el presidente de la Asociación de Amigos de la Tierra, Antonio Ruiz.

Juicio por injurias a un periodista

El periodista Julián Peiró podría ser condenado a tres meses de arresto y multa de 50.000 pesetas si prospera la petición del fiscal en el juicio que se sigue contra él por supuestas Injurias a la policía tras la publicación de unas declaraciones hechas por el ultraderechista Alberto Royuela.