Alarma en el mundo árabe ante el grave conflicto fronterizo que enfrenta a Irán con Irak
La crisis abierta entre Irán e Irak inquieta al mundo árabe, aunque este último no parece estar dispuesto todavía a mediar en el conflicto, por lo menos de una forma global. Tan sólo la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha enviado a Teherán un emisario, Hani El Hassan, encargado de evitar una «guerra fratricida». Un enviado especial del presidente iraquí, Saddam Hussein, se encuentra en Argel, para exponer las razones que han llevado a su país a denunciar el tratado fronterizo de Chat-el-Arab, firmado, el 6 de marzo de 1975, en la capital argelina.
Entre tanto, el imán Jomeini recibió el jueves a los altos mandos militares iraníes, y el Estado Mayor conjunto, en un comunicado difundido ayer, confirmó la pérdida, el día anterior, de dos Phantom F-5, derribados en las provincias de Juzestán e Ilam.El presidente Hussein ha declarado que el acuerdo de Argel firmado por los iraníes e iraquíes, al término de una eficaz labor mediadora del fallecido presidente argelino Huari Bumedian es considerado ahora por Bagdad como «nulo y sin efecto».
Este tratado dividía en dos partes iguales, atribuidas a cada uno de los contendientes, la zona de Chat-el-Arab, formada por el estuario de los ríos Tigris y Eufrates. Irán había recibido el control de la orilla este, donde ha construido el complejo petrolero de Abadán y el puerto comercial de Jorramichar.
La decisión iraquí ha sido considerada por Teherán como una verdadera declaración de guerra, incluso si ésta no afecta a las exportaciones del crudo iraní extraído en la región de Juzestán, que transita por el terminal instalado en la isla de Jarg, al extremo de Chat-el-Arab.
El Ministerio de Asuntos Exteriores iraquí ha advertido que todos los navíos que penetren en el estuario tendrán que izar la bandera iraquí y obedecer las consignas de las autoridades marítimas iraquíes, a las que habrán de abonar los derechos de navegación que venían percibiendo hasta ahora las autoridades iraníes.
La cancillería iraní, tras haber denunciado los intentos de Bagdad de tratar de imponer su soberanía sobre Chat-el-Arab, estima que esa decisión «forma parte de un compló dirigido contra los intereses de las naciones islámicas». Ambas capitales rinden cuenta, desde el pasado miércoles, de violentos combates a todo lo largo del estuario, por donde patrullan varios navíos de guerra iraníes con el objetivo, según Teherán, de impedir a Irak el suministrar armas a los guerrilleros Kurdos, a través de esa vía.
En Bagdad, el diario Al-Saura, órgano del Partido Baas, considera, sin embargo, que la denuncia del tratado se inscribe en el contexto de la «lucha de liberación de cada metro cuadrado de tierra usurpada a los árabes». El periódico asegura que Irak no alberga ninguna ambición territorial y desmiente las acusaciones de Teherán en torno a una rebelión de la población de origen árabe del Juzistán fomentada por los iraquíes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.