Los países islámicos buscan en Fez una estrategia común sobre Jerusalén

Con un llamamiento a la moderación y una invitación para recuperar Jerusalén -fundamentalmente con armas jurídicas-, los presidentes de Guinea, Sekú Turé, y de Senegal, Leopoldo Sengor, así como el rey de Marruecos, Hassan II, dejaron ayer inaugurada, en el palacio real de Fez, la reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores islámicos.Todos los países de religión islámica, con la excepción de Irán, que representan más de quinientos millones de musulmanes, han acudido a esta cita, decidida en la reunión urgente del Comité Al Qods (Jerusalén) del pasado mes de agosto, que fuera solicitada con carácter urgente por la OLP palestina y para responder al llamamiento a la yihad (guerra santa) contra Israel, lanzado por Arabia Saudí.

La rápida reacción de la organización palestina y los países islámicos tiene como objetivo salir al paso a la decisión del Gobierno Beguin y aprobada por el Parlamento israelí de anexionarse Jerusalén y convertirla en la «capital eterna» del Estado de Israel. En este sentido, un primer éxito ha sido logrado ya con la decisión del Consejo de Seguridad de finales de agosto de no aceptar las decisiones israelíes y estudiar medidas de retorsión contra ellas, si el Estado israelí se decidía a llevar su decisión adelante.

La actitud iraní de no asistir a esta conferencia extraordinaria, a pesar de los motivos invocados oficialmente por Teherán, que propuso que la reunión tuviera lugar en Argel, Trípoli o Damasco, pero no en Marruecos, por considerar a este país como «un puntal del imperialismo norteamericano», no ha causado sorpresa. De hecho, el islam chiita de Jomeini se presenta ya como un contendiente del islam ortodoxo en Oriente Próximo.

Los participantes de esta reunión extraordinaria de ministros de Asuntos Exteriores tendrán, sin embargo, que superar el obstáculo considerable que supone definir en qué consiste exactamente la yihad. Si bien esta palabra tiene un significado muy preciso en la historia del islam, ya el rey Hassan II dijo, en agosto, que yihad no quería decir necesariamente «guerra santa», sino que podría ser guerra diplomática, e incluso económica.