Pío Moa y "Contracorriente"
A la vuelta de las vacaciones, nos hemos encontrado la desagradable sorpresa de leer en La Calle del 5 al 11 de agosto un artículo de Julio Trujillo, en el que dice: «Pío Moa (...) ahora se dedica a la especulación teórica con un reducido grupo de correligionarios en el Colectivo Comunista, que edita la revista Contracorriente».Trujillo es muy dueño de considerar «especulación teórica» nuestra labor, pero no de relacionarnos con Pío Moa. Nosotros no tenernos que ver con ese señor.
La cosa no pasaría de una de tantas afirmaciones gratuitas como publica cierta Prensa, o una muestra de ese triste cotilleo político al que se libran muchos grupos entre llamamiento «revolucionario» (que no se creen ni ellos). Pero incluso el chismorreo de gente como Julio Trujillo y su grupo (el PST) debe tener un límite, a menos que hayan perdido toda noción de la decencia política grupos y personas que no cesan en sus proclamas de «unidad contra la derecha y el fascismo». Pues ocurre que Pío Moa, por lo que sabemos, se encuentra perseguido por la policía, ésa que tanto insisten en denunciar el PST y La Calle, como contaminada de franquistas y ultraderechistas.
Por tanto, encauzar las pesquisas policiales con tales triquiñuelas hacia colectivos como el nuestro, sin prácticamente medios de defensa, ya cae en lo canallesco.
Contracorriente tiene, desde luego, en pésimo concepto a La Calle, y en varias ocasiones hemos criticado ideológicamente lo que juzgamos su demagogia. ¿Responde así La Calle a nuestras críticas? Es dudoso, porque esa revista, relativamente poderosa, no puede ignorar nuestra actual insignificancia, que tampoco nos avergüenza, y los poderoso saben tratar con despreciativo silencio las críticas de los débiles. ¿Se trata, entonces, de un desliz? Es raro, igualmente, pero conviene no olvidar que los deslices y actos fallidos tienen también su significado./ en representación de la redacción de Contracorriente.
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