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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Soledades

En nuestra sofisticada sociedad, la mayoría estamos afiliados a una específica ideología. La cual nos aporta amistades, calor humano. Por otra parte -salvo excepciones-, tenemos fárníliares, amigos, hobbies, etcétera; todo ello repercute en un estado de sociabilidad, sintiéndonos apreciados, respetados, útiles, recibiendo comprensión, cariño. Mas, ¿es esto en todos los casos? ¿O muchos nos sentimos solos? ¿Quién no ha experimentado el sentimiento de separatividad al verse inmerso entre una muchedumbre? ¿Quizá no precisamos muletillas -entretenimientos- con el Fin de no disponer de tiempo para pensar y encarar la situación de nuestra incomunicación social? ¿Quién verdaderamente nos aprecia y trata de comprendernos?Vivimos entre multitud de amistades y familiares, pero la realidad es que ni nos entienden ni nosotros los comprendemos. Fal tan diversas cualidades necesarias -sensibilidad, caridad- para vivir en confraternidad, lejos de la egolatría.

Un porcentaje alto de la sociedad sufre cualquier tipo de soledad. Soledad de las personas inhibidas, las que por razones herenciales, de cultura y otras circianstancias han hecho de ellas unas personas tímidas, que les gusta su mundo individual -siempre pensando en sí mismas-, teniendo fobia a descubrir su intimidad a otros, sintiéndose aisladas, inaccesibles y desconcertadas.

Soledad originada por la melancolía y el aislamiento sufrido a raíz de la pérdida o ausencia de seres queridos, en los cuales se suele confiar.

Soledad producida por el sentimiento de culpa propio de quien le atormenta su conciencia y, debido a ello, desea estar incomunicado, meditabundo, o debida a la indiferencia, peculiar de almas sensibles preocupadas por sus semejantes, pero tarde o temprano ven con claridad que sus «amistades» sólo requieren su compañía cuando les interesa para fines egoístas. Es decir, se sienten «utilizados», no apreciados.

Cada uno de estos casos de soledad -u otros que existan- se dan en relación a la idiosincrasia originada por unas determinantes condiciones accidentales./

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