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El "grapo" España Vivas, enterrado en la intimidad en Alcalá

Alrededor de cincuenta personas, entre familiares y amigos, asistieron ayer al sepelio del presunto militante de los GRAPO José España Vivas, que falleció a consecuencia de un infarto que sufrió el pasado sábado mientras era interrogado en los locales de la actual Dirección General de Seguridad del Estado (DGSE), situados en la Puerta del Sol.La inhumación, que se celebró en la más estricta intimidad, tuvo lugar en el cementerio de la localidad madrileña de Alcalá de Henares, donde vivía la familia del fallecido. La comitiva fúnebre salió a las dos de la tarde de ayer del Instituto Anatómico Forense, donde había quedado depositado el cadáver tras su traslado desde la Ciudad Sanitaria Provincial.

Aun cuando las autoridades habían accedido a la solicitud de los familiares de España Vivas de poder trasladar su cadáver a Alcalá de Henares, con el fin de disponer en su domicilio la capilla ardiente, por causas no aclaradas, la salida del cadáver hacia el cementerio se produjo desde los locales del Anatómico Forense, situados en la Ciudad Universitaria de Madrid. Una vez colocados los restos mortales de José España Vivas en el furgón funerario, que esperaba a la puerta del Instituto, una comitiva compuesta por unos quince coches se puso en marcha con destino al cementerio de Alcalá de Henares.

No hubo ceremonia de ningún tipo. Tanto en el Instituto Anatómico Forense como en el cementerio de Alcalá se produjeron escenas de dolor por parte de los familiares del difunto, especialmente su madre. Todos los intentos por parte de EL PAÍS de obtener declaraciones por parte de éstos resultaron completamente infructuosos. «No tenemos intención de hacer ninguna declaración».

Un e de la Policía Municipal vigiló de cerca la salida del féretro, pero no se produjo el más mínimo incidente.

Se ha podido saber que José España Vivas, aun cuando en los últimos años poseía una salud delicada, no era consciente de que padecía un fuerte quiste hidatídico, que le afectaba a más de medio hígado y que le produjo una fuerte disfunción cardíaca, causa directa de la muerte, según la autopsia. Según parece, en el reconocimiento médico rutinario que se practica a los detenidos en la DGSE no se le apreció tampoco ninguna enfermedad.

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