Jaime Chávarri: "Creo que con «Dedicatoria» finalizó una etapa creativa"

Es el final de una etapa. Quizá sea ése uno de los motivos por el que tenía tanto interés en hacerla para, de alguna manera, poder comenzar otra etapa que tengo para incluso desde antes de terminar Dedicatoria.Quería, precisamente, a través de una historia de amor, hacer una película que fuera una recapitulación sobre una manera de contar las cosas que había estado utilizando hasta ahora y que fuera, al mismo tiempo, una recapitulación sobre el trabajo y el amor, considerándolos como elementos entremezclados en lugar de compartimentos estancos».

«Creo que yo hasta ahora he hecho un cine como muy civilizado, en el sentido de que los personajes reaccionaban ante sus problemas -excepto quizá en el caso de Los viajes escolares- de una manera, más o menos racional, y creo que en este momento yo empiezo a no creerme esto demasiado. Es decir, que empieza a haber una cierta tensión en el ambiente, no sólo en el social, sino incluso en el de las relaciones personales. Dedicatoria pertenece a esta etapa de «lo civilizado». Aunque hay una historia de amor, digamos principal, surgen otras dos paralelas que los personales intentan vivir de una manera sensata, lo que quizá está en contradicción con el sentimiento visceral que es el amor. También en lo que se refiere a la profesión del personaje principal, que es periodista, hay una intención por su parte de mantenerse al margen de su trabajo («a mí no me importa si lo que me cuentan es verdad o es mentira») postura que en un momento dado ya no se siente capaz de mantener».

«El estilo, el componente formal de la película, es tranquilo, sereno, buscando precisamente los momentos secundarios o no directamente "dramáticos" ».

Respecto a la calificación de «civilizado» que atribuye el realizador a sus películas, matiza -en el caso de El desencanto que «incluso en esa película, que puede ser interpretada como un ataque a la institución familiar, que los Panero reaccionan ante sus problemas intentando racionalizarlos. Los personajes de mis películas siempre encontraban en lo razonable un punto de apoyo para enfrentarse con las cosas, y creo que ahora lo razonable y lo civilizado empieza a fallar porque está fallando el mundo en que vivimos, incluso en niveles físicos, ecológicos. Esto hace agua por todos los lados».

Jaime Chávarri es realizador de televisión, actualmente en excedencia. Entre sus proyectos inmediatos figura un posible trabajo teatral y una adaptación cinematográfica de El árbol de la Ciencia, de Pío Baroja. «Mi interés por el teatro», señala el director, «se basa en un trabajo intensísimo con los actores, en un trabajo en continuidad, no llevado a cabo en trozos, como un enorme plano-secuencia y un trabajo sobre el ritmo y el "tempo". En el teatro creo que se puede llevar a cabo de una manera más difícilpero más concreta, un sentido de la puesta en escena basado en el sentido musical, sin tener la defensa que tiene el cine del montaje. En cuanto a Pío Baroja, tengo que decir que es un autor español que me entusiasma. Es un hombre que ha llevado la lucidez y el sentido común a sus máximos extremos y que en El árbol de la Ciencia, que podría llamarse El árbol de la Ciencia y el árbol de la Vida, muestra las contradicciones flagrantes y destructivas entre la ciencia, la razón y, la vida».