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En el año 2000 la mitad de la población mundial vivirá en grandes ciudades

Juan Arias

En el año 2000 la mitad de la población mundial vivirá concentrada en sesenta grandes ciudades. Hace treinta años, sólo seis ciudades en todo el mundo superaban los cinco millones de habitantes. Hoy son ya veintiséis, y dentro de veinte años pasarán de cien.

Las consecuencias que podrá acarrear este fenómeno las están estudiando en este momento en Roma alcaldes y expertos de sesenta naciones de todo el mundo. Se trata precisamente de las naciones que en el año 2000 tendrán una población superior a los cinco millones.La conferencia mundial ha sido organizada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Actividad Demográfica y patrocinada por el Gobierno italiano y el municipio de Roma. Esta reunión de especialistas y responsables políticos de las mayores ciudades del mundo ha nacido como respuesta a la llamada alarmante de las mismas Naciones Unidas ante un problema que se considera de los más explosivos del futuro inmediato.

Como están afirmando en Roma sociólogos y catedráticos de las universidades más famosas del mundo, la sola hipótesis de que en el año 2000 puedan vivir 3.000 millones de personas, reunidas en sólo cien ciudades, es ya escalofriante. Baste pensar en lo que estas ciudades podrán ser desde un punto de vista de desempleo, de delincuencia, de terrorismo, de polución, etcétera.

Y lo que preocupa mayormente es que los pronósticos indican que el aumento mayor de este fenómeno se dará en las naciones llamadas del Tercer Mundo, en las más pobres de la Tierra. Se calcula ya que las ciudades más pobladas del mundo dentro de veinte años serán: Sáo Paulo, de Brasil, con veintiocho millones; Ciudad de México, con 32, y Tokio, con veintiséis millones. Hace treinta años, sólo una ciudad del Tercer Mundo, Shanghai, tenía cinco millones de habitantes. Hoy, ciudades con más de cinco millones existen ya dieciocho en los países pobres y ocho en los países ricos. En el año 2000, el 90% de las ciudades con más de cinco millones estarán en el Tercer Mundo.

Emigración y natalidad

¿Es posible evitar que se lleguen a formar estas ciudades imponentes, que podrían convertirse en auténticos infiernos, como se ha afirmado ayer en el congreso mundial de Roma?El catedrático Philip Hauser, de la Universidad de Chicago, ha hecho notar que mientras en los países ricos el aumento de la población de las grandes metrópolis es debida a la emigración, en los países pobres la causa es el aumento de la natalidad. Por eso, los remedios no pueden ser los mismos. Y puesto que la mayor concentración de las ciudades gigantes del futuro tendrá lugar en el Tercer Mundo, lo más importante es una seria campaña del control de nacimientos.

El alcalde comunista de Roma, Petroselli, ha recordado en el acto de apertura del congreso que los problemas de una nación no se pueden resolver hoy separadamente de los demás. Que el problema de este fantasma de un mundo dentro de veinte años vivirá amasado en pocas ciudades, es político y hay que resolverlo con la ayuda de todos. Es, dijo, como el problema de la paz y del hambre, de la justicia y del terrorismo.

Pero no todos en el congreso son tan pesimistas para pensar que las cosas no pueden cambiar, que el mundo está ya gobernado por un destino fatal irreparable. El mismo Rafael Salas, director general del Fondo de las Naciones Unidas para la Actividad Demográfica, ha recordado que en Occidente las grandes ciudades, como París, Londres, Nueva York, están llegando a una estabilidad y prácticamente ya no crecen. Y esto se debe a que ya mucha gente encuentra fuera de las grandes magalópolis más ventajas, más comodidades y menos peligros.

Y el alcalde de Roma ha desmentido, por ejemplo, la profecía de que la Ciudad Eterna tendrá en el año 2000 más de cinco millones de habitantes.

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