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Suárez, pendiente de cerrar el "tipo de pacto" con la Minoría Catalana

La remodelación del Gobierno Suárez, al margen de las dificultades con que tropieza a la hora de poner nombres y apellidos a los nuevos miembros del Gabinete, se encuentra estancada en su punto de arranque la negociación con la Minoría Catalana. Sobre la base de la predisposición mutua inicial a realizar algún tipo de pacto, el problema estriba ahora en concretar la intensidad del acuerdo, sus consecuencias visibles y su articulación contante y sonante.

Fuentes gubernamentales mostraton su asombro ante la poca atención prestada por la Prensa de Madrid a la reunión mantenida días pasados en Cataluña por el presidente de la Generalidad, Jordi Pujol, con el ex ministro y barón centrista Rodolfo Martín Villa. Según tales fuentes, y a pesar de que Martín Villa quitó importancia ante los informadores catalanes a las varias horas de encuentro con Pujol, aquella conversación pudo ser clave para la negociación de Adolfo Suárez con la Minoría Catalana. Martín Villa se reunió también con el dirigente centrista Antón Canyellas, y ayer mismo se reunió con los dirigentes de UCD en Tarragona y recibió a los parlamentarios centristas del Congreso, Senado y Parlamento catalán.Una de las cuestiones importantes de la remodelación es la cobertura de la vicepresidencia económica, que no será suprimida, a no ser que Suárez no pueda situar en ese puesto a una persona con peso político suficiente e indudable lealtad a su persona. Si estos propósitos no pudieran llevarse a cabo, la dirección económica se realizaría desde el Ministerio de Economía o el de Hacienda.

Una vez amortizada la vicepresidencia económica, esto podría dar ocasión a una revalorización de la política autonómica, mediante la elevación de rango del actual Ministerio de Administración Territorial. A su titular, José Pedro Pérez-Llorca, ya le fue ofrecida, en la remodelación de principios de mayo último, la vicepresidencia autonómica, que en aquel momento rechazó. Desde mayo hasta hoy, la dedicación fundamental de Pérez-Llorca a cuestiones de transferencias podría haber motivado el replanteamiento de su situación en el Gobierno, ante el peligro de fontanizarse; esto es, de ejercer las escasas atribuciones políticas del anterior ministro, Antonio Fontán.

En cuanto a la marcha definitiva de Fernando Abril, fuentes próximas a los asesores de Suárez (los denominados fontaneros) se han preocupado de encontrarle trabajo fuera del Gobierno. En principio fue la organización del congreso centrista y ayer, a través de Europa Press, se le asignaba la puesta en marcha de la autonomía del País Valenciano, en la que se consideraba un experto.

Entre los nuevos nombres surgidos en la lotería de ministrables, ayer comenzó a sonar la candidatura para nuevo ministro de Educación de Federico Mayor Zaragoza, que ya fue subsecretario en el ministerio de Cruz Martínez Esteruelas, más tarde asesor del presidente Suárez y actualmente es director general adjunto de la Unesco.

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