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Ras Banas, en Egipto, principal base defensiva de Estados Unidos en Oriente Próximo

Estados Unidos va a invertir alrededor de cuatrocientos millones de dólares en el acondicionamiento de la base aérea de Ras Banas, en Egipto, según informaron el martes fuentes oficiales norteamericanas.La base de Ras Banas, cedida por el presidente egipcio, Anuar el Sadat, para su utilización por el Ejército norteamericano, está situada en el mar Rojo, frente a la costa oriental de Arabia Saudí.

Ras Banas se convertirá en uno de los puntos de la llamada fuerza de intervención inmediata, unidad creada por el presidente Carter para afrontar eventuales conflictos en la región petrolera del golfo Pérsico.

En la actualidad. Ras Banas es una base naval de segunda importancia, que cuenta con pistas de aterrizaje, situada en una pequeña península del mar Rojo, cercana a la frontera egipcia con Sudán. Está en una de las zonas más remotas y despobladas de Egipto, a poco más de una hora de vuelo de los más importantes campos petrolíferos de Arabia Saudí. Queda separada por el mar Rojo de la base de Jidda, uno de los centros navales más importantes construidos por Arabia Saudí.

La situación de Ras Banas la convierte en especialmente interesante para el estacionamiento temporal de tropas. Este tema es algo que se ve siempre con poco agrado entre la población egipcia y de otros países árabes, por lo que la mayoría de los expertos norteamericanos defienden que cualquier base importante de despliegue rápido tiene que estar ubicada en zonas despobladas. En principio, se sabe que el Pentágono no tiene intención de tener tropas permanentemente estacionadas en Ras Banas, pero se va a adecuar la base para que pueda albergar a una división (16.000 hombres) del Ejército norteamericano.

En este sentido, fuentes oficiales norteamericanas han explicado al Washington Post que las fuerzas de despliegue rápido se trasladarán a estas instalaciones en períodos de conflicto en que su Intervención en algún lugar de la región parezca probable.

El objetivo del Gobierno norteamericano en esta base es ensanchar y alargar las actuales pistas de aterrizaje, para que sean utilizables por bombarderos B-52. aviones espías Blackbird y los aparatos de transporte Hércules.

Aprovechando el clima de confianza que reina entre el presidente Carter y Anuar el Sadat desde la firma de los acuerdos de Camp David. Estados Unidos piensa dotar una serie de bases que posibiliten la intervención inmediata desde distintos puntos.

Aunque el Pentágono se ha negado a dar detalles sobre las negociaciones mantenidas con el Gobierno egipcio, se sabe de buena fuente en Washington que los estrategas norteamericanos tienen especial interés, además de en Ras Banas, en una base que está situada en las afueras de El Cairo, y donde una escuadrilla norteamericana de caza-bombarderos F-4 sigue un período de entrenamiento de tres meses, iniciado el mes pasado.

El reforzamiento de la situación militar en Egipto forma parte del plan norteamericano de militarización de Oriente Próximo. En este sentido, cabe recordar los recientes acuerdos con el Gobierno somalí, que permite la utilización norteamericana del puerto de Berbera y de la base aérea de Mogadiscio.

Asimismo, EE UU llegó a un acuerdo con Sudán para la venta de armas por valor de once millones de dólares. Fuentes oficiales norteamericanas comentaron que el envío de armas significa un apoyo de la Administración Carter al régimen moderado de Gaafar El Numeiri. El Pentágono informó recientemente al Congreso sobre el «papel estabilizador del régimen sudanés en la región».

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