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Los hijos de Noemí Gianotti creen que su madre fue trasladada de Perú a Argentina

Los hijos de Noemí Gianotti de Molfino presentaron ayer pruebas de que su madre pudo haber sido trasladada desde Perú, donde fue secuestrada por desconocidos el 12 de junio pasado, a Buenos Aires, para posteriormente ser llevada a Brasil y desde allí a España, donde fue encontrada muerta el 21 de julio en un apartamento de la calle del Tutor. Dichas pruebas están contenidas en los efectos personales que utilizaba la señora Molfino y que fueron encontrados junto a su cadáver. Un par de zapatos prácticamente nuevos, comprados en una tienda de Buenos Aires, productos de cosmética y una toalla, también comprados en Argentina, fueron entregados ayer por el juez a los hijos de la fallecida. Noemi Gianotti estuvo por última vez en su país en 1978.

El caso Molfino puede adquirir de esta forma una nueva dimensión, mientras EL PAIS aporta nuevos datos en torno a la personalidad del también súbdito argentino Julio César Ramírez, igualmente exiliado, que fue secuestrado en Lima junto a Noemí Gianotti, y cuyo nombre y documentos fueron usados en Madrid para los alquileres del apartamento donde apareció muerta la señora de Molfino y del vehículo que fue localizado en el mismo edificio.La policía española, por su parte, cree haber descubierto la pista de una de las personas que estuvieron en el citado apartamento, y confía en su pronta detención, lo cual podría aclarar numerosos detalles en torno al caso.

Los hijos de Noemí Gianotti de Molfino, Gustavo y Alejandra, acudieron de nuevo ayer al Juzgado de Instrucción número 4 de Madrid para certificar por escrito, ante el juez, que el cadáver reconocido el lunes por la mañana en el cementerio de la Almudena pertenece a su madre. Gustavo y Alejandra, que el día anterior se negaron a hacer declaraciones, manifestaron a EL PAIS: «No existe ninguna duda de que es nuestra madre».

Gustavo Molfino indicó que otros detalles que facilitaron la identificación fueron las cicatrices de dos intervenciones quirúrgicas en el abdomen a que fue sometida la fallecida. La primera, una cesárea que le fue practicada hace dieciocho años, y la segunda, una operación de vesícula que le realizaron en París el año pasado.

Asimismo, en las últimas horas, dos detalles nuevos han sido conocidos en torno al caso Molfino. Por un lado, durante la presencia de los dos hermanos ayer en el juzgado, el titular que lleva el caso les hizo entrega a los hijos de los efectos personales de la fallecida. Entre éstos, algunos de los cuales fueron reconocidos como pertenecientes a Noemí Gianotti en el momento en que fue detenida en Lima, se encontraban otros -concretamente, unos zapatos, una toalla y un cosmético- de adquisición reciente y de origen argentino. Noemí Gianotti no viajaba a Argentina desde 1978.

Esto, según los hijos y los abogados de la Comisión Argentina de Derechos Humanos (CADHU), conduce al supuesto de que Noemí Gianotti, después de su arresto en Lima, fue trasladada a Argentina, en donde permaneció hasta su llegada a Río de Janeiro, desde donde se trasladó a Madrid el día 18 de julio, tres días antes de ser hallado el cadáver en la calle del Tutor, de Madrid.

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El otro detalle conocido fue el billete de avión de la compañía brasileña Varig que utilizó para el traslado de Río de Janeiro a Madrid, que aparece a nombre de Noemí Gianotti. Hecho este que, según los abogados del caso, crea mayor misterio en torno al suceso. debido a que es prácticamente imposible salir de un país, como es el caso de Brasil -donde no existe convenio con España para prescindir del pasaporte-, con un billete de avión a nombre de Noemí Gianotti y un pasaporte a nombre de María del Carmen Sáenz, que es con el que entró en Madrid el 18 de julio.

Precisamente, cuando fue encontrado el cadáver, solamente fueron localizados cuatro documentos atribuidos a la misma persona: dos pasaportes (a nombre de María del Carmen Sáenz y de María del Carmen Salcedo) y dos cédulas de identidad (a nombre de Noemí Gianotti de Molfino y María del Carmen Sáenz), todos ellos de nacionalidad argentina, pero nunca un pasaporte a nombre de Noemí Gianotti.

Gustavo Molfino, en declaraciones anoche a este periódico, volvió a insistir en que desconocía que su madre poseyera pasaporte o documentos falsos.

Gustavo Molfino: "Es un asesinato"

El hijo de Noemí Gianotti manifestó que «si hay algo que destacar ahora sobre el caso es que se trata de un asesinato», y añadió que «desde el día en que fue secuestrada en Lima se le privó de toda libertad. Es imposible creer que mi madre, nada más llegar a España, no se pusiera en contacto con nosotros o con mi propia hermana, que se encontraba embarazada».Alejandra Molfino, también presente en la conversación, señalo que «si mi madre hubiera llegado normalmente a Madrid no se alojaría en un apartamento, ya que tenemos buenos amigos aquí. Incluso no hubiera dudado en llamar a alguien de la CADHU, o, en todo caso, a mí o a mi hermano. Ella era una mujer que recorría el mundo solicitando la solidaridad con los detenidos y desaparecidos en Argentina y tenía amigos en todas partes. Precisamente, en casa de estos amigos solía pasar temporadas».

«Mi madre», dijo Gustavo, «no tenía relación con el Movimiento Peronista Montonero (MPM). Ella se dedicaba a hacer una labor internacional de solidaridad con las "madres de la plaza de Mayo", princípalmente colaboraba en la campaña existente para conceder a estas mujeres el próximo Premio Nobel de la Paz. Tampoco estaba vinculada a organizaciones políticas».

En opinión de Alejandra, la actividad de su madre no era nueva. «Después del golpe a mi me detuvieron y estuve durante un año en prisión. Ella acudía constantemente a visitarme, y es ahí donde empezó su lucha. Sus primeros trabajos consistieron en solicitar, ante organismos internacionales del interior de Argentina, mi libertad y se preocupó por mi hasta que la obtuve».

«En marzo de 1979 es detenido mi hermano, que ejercía como periodista en la ciudad de Resistencia, y en octubre del mismo año, mi hermana y mi cuñado, dirigente de las Juventudes Peronistas, son secuestrados, sin que se sepa hasta hoy nada de ellos. Le arrestaron en compañía de sus tres hijos, que son devueltos un mes después a su abuela paterna por personas desconocidas».

Gustavo Molfino se quedará definitivamente residiendo en Madrid, como refugiado político, y su hermana Alejandra regresará en los próximos días a París, donde vive habitualmente. En el encuentro que mantuvieron ayer con el juez, ambos hermanos se han puesto a disposición de éste para cualquier requerimiento.

«El caso no queda cerrado y siguen las investigaciones para esclarecer la verdad. Hasta el momento, no hemos hablado con el juez para realizar una segunda autopsia», agregó Gustavo Molfino.

Julio César Ramírez

Uno de los muchos interrogantes que tiene el caso Molfino es el paradero de las dos personas que acompañaron del aeropuerto de Barajas al apartamento de la calle de Tutor a Noemí Gianotti. Uno de ellos alquiló el apartamento y, posteriormente, un automóvil a nombre de Julio César Ramírez, militante del Movimiento Peronista Montonero, detenido, casi al mismo tiempo que la súbdita argentina, en Lima (Perú).Eduardo Duhalde, miembro del comité directivo de la Comisión Argentina de Derechos Humanos, señaló que «Julio César Ramírez es un viejo militante político del Movimiento Peronista Montonero que estuvo preso en Argentina cerca de dos años y medio». .

« Al ser puesto en libertad viajó a España, donde reanudó su actividad política. En 1979, el Gobierno argentino coloca carteles con su fotografía y nombre ofreciendo recompensa por su captura».

«Ramírez es secuestrado el 12 de junio en Lima, y, a partir de ese momento, no se supo más de él. El Gobierno peruano comunicó que lo había extradido a Bolivia, cosa que resulta falsa, al ser desmentida por las autoridades de dicho país, y que portaba un pasaporte falso a nombre de Luis Esteban Almirón».

Se da la circunstancia, en cualquier caso, de que ese pasaporte apareció en el apartamento cuando se encontró el cadáver de Noemí -siempre según fuentes de los exiliados argentinos en Madrid-, a pesar de que se le había retirado a Ramírez en Perú, con lo que las hipótesis se complican en este punto.

Julio César Ramírez había entrado ilegalmente en Argentina el 8 de junio de 1980. procedente de Paraguay, en tanto que Noemí Gianotti lo había hecho el 23 de abril de 1980, procedente de España, según las autoridades peruanas. Ambas personas, en compañía de una tercera -Julia Santos Acebal, conocida como la Flaca Inés, que también había entrado ilegalmente en Argentina, el 28 de febrero de 1980, procedente de México-, fueron deportadas a Desaguadero, en Perú, cerca de la frontera boliviana, hecho este que fue desmentido posteriormente por el Gobierno de Lidia Gueller.

Así las cosas, la CADHU considera impensable que fuera el propio Ramírez quien acompañara a Noemí al apartamento de Tutor, «porque no tiene sentido que si Ramírez tuviera el pasaporte de Almirón utilizara el suyo propio para él alquiler del apartamento y del coche, como tampoco lo tiene que el coche estuviera en el aparcamiento mientras las llaves aparecieron en la habitación, y por qué el supuesto Ramírez apagó el aire acondicionado de aquélla, cubrió el cuerpo con una manta para favorecer la putrefacción del cadáver y dejó todos los pasaportes y documentos a la vista».

Estas fuentes sostienen que la personalidad de Ramírez fue suplantada, tras su desaparición en Lima, y que detrás de todo no hay mas que un asesinato enla persona de Noemí Gianotti.

Otra hipótesis

Finalmente, ante el hecho de que, según fuentes procedentes de un forense que interviene en el caso, Noemí pudo haber muerto por circunstancias naturales, circula la hipótesis de que la señora de Molfino pudo haber estado acompañada en Madrid por dos miembros afines a su causa, los cuales desaparecieron tras conocerse el desenlace, incluso dejando pistas tales como los documentos y el coche en el aparcamiento.En cualquier caso, se trata de simples conjeturas. Al parecer, según fuentes fidedignas, la policía dispone de la pista segura de una de las dos personas que estuvieron en el apartamento con la señora de Molfino, y su detención pbdría producirse en breve. Su posterior declaración -en el case, de que se produzca la detención- podría poner fin a la carrera de hipótesis que viene circulando estos días en torno al caso.

Un portavoz oficial del Ministerio del Interior declaró ayer que por el momento no habría ninguna declaración policial en torno al caso, por considerar que la policía española había cumplido perfectamente su papel. El caso está siendo llevado -como es preceptivo- por la vía judicial.

En cualquier caso, aún persiste la duda de la causa definitiva que produjo la muerte a Noemí Gianotti de Molfino. Las vísceras del cadáver, que fueron extraídas durante la autopsia practicada a la fallecida, continúan depositadas en el Instituto Toxicológico de Madrid, a instancias del diputado del Partido Socialista Obrero Español Pablo Castellano, uno de los abogados que se ocupan del caso.

Los hijos pretenden que se realice una segunda autopsia, ya que afirman que la primera fue incompleta, pues solamente se hicieron pruebas con tres productos mortíferos comunes -cianuro, arsénico y monóxido de carbono-, y no sobre otros que, presumiblemente, podrían haber provocado la insuficiencia cardiorespiratoria, causa de la muerte, según dictaminé el forense, el cual añadió que en la misma podrían haber actuado factores exógenos.

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