Se agrava el conflicto entre el ayuntamiento y el puerto de Avilés
La negativa de la junta del puerto de Avilés a solicitar licencia municipal para realizar las obras de urbanización, accesos y cierre del nuevo complejo pesquero, situado en la margen izquierda de la ría, ha provocado una dura reacción en el ayuntamiento, cuyo pleno, de mayoría de izquierda, tomó el acuerdo de paralizar las obras e incoar expediente de infracción urbanística, para determinar las responsabilidades a que haya lugar.Este acuerdo, que viene a ratificar la decisión del alcalde socialista, Manuel Ponga (véase EL PAIS, de 16-8-1980), fue adoptado con los votos de los concejales socialistas y comunistas. Los ediles de UCD se abstuvieron, excepto uno de ellos, que votó en contra.
Según un informe elaborado por los técnicos municipales, las obras de la junta del puerto contravienen el proyecto de red arterial elaborado por el Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo (MOPU), los planes parciales de dos polígonos y alteran el plan general de ordenación urbana, además de afectar a la red general de suministro de agua y modificar el paisaje, por la tala de árboles realizada.
Los portavoces socialista y comunista han dirigido en el pleno críticas muy severas a la junta del puerto, cuyo presidente manifestó, después de una reunión del comité ejecutivo de este organismo, que no será solicitada la licencia municipal, porque no es preceptivo, según se desprende de los informes emitidos por la Dirección General de la Abogacía del Estado.
