Guardia civil, secuestrado durante una hora por tres presuntos delincuentes
Un guardia civil de Tráfico permaneció secuestrado ayer durante poco más de una hora, en poder de tres individuos que presumiblemente acababan de cometer un atraco en la localidad madrileña de Fuenlabrada. Posteriormente, el agente, cuyo nombre no fue facilitado en ningún momento, aunque se sabe que pertenece al servicio de información de Tráfico, consiguió huir de sus secuestradores sin ser herido, a pesar de que aquéllos abrieron fuego contra él.El hecho se produjo a las once de la mañana de ayer. A esa hora, según la Guardia Civil, una pareja de la citada agrupación de Tráfico se acerco a los tres ocupantes de un vehículo Renault 5, de color blanco, en la citada localidad de Fuenlabrada, por sospechar que pudiera tratarse de las mismas personas que horas antes habían cometido un atraco en San Fernando de Henares, donde consiguieron un botín de un millón de pesetas.
En ese momento, uno de los do! guardias civiles fue encañonado y obligado a subir al vehículo. El otro guardia civil, al parecer, inició un tiroteo contra el vehículo, que había iniciado la huida campo a través en dirección a Parla, sin que se produjeran heridos.
Otra de las versiones -ante la acostumbrada parquedad informativa de la Guardia C¡vil, que se limitó a dar una exigua nota oficial-, igualmente fiable, indica que los delincuentes habían mantenido previamente un tiroteo con miembros de la policía y posteriormente alcanzaron el vehículo citado, para posterlormente detenerse ante una pareja de la Guardia Civil, a la cual, presumiblemente, lograron sorprender.
Intentaron cambiar de vehículo
Según todos los indicios, la dirección tomada por los secuestradores fue la de Madrid. Al llegar a la zona de la colonia de los Toreros, en Villaverde, los secuestrjelores pretendieron cambiar de vehículo y robar otro a punta de pistola, momento en que el agente aprovechó para empujar a uno de los que le encañonaban y huir corriendo, sin que los disparos de aquéllos le alcanzasen.
Ante la nueva tesitura, los presuntos delincuentes -según parece, un hombre de unos treinta años, un joven de dieciséis y un tercero- optaron por abordar un autobús del servicio Fuenlabrada-Madrid, concretamente una camioneta P-85. Tras intimidar al conductor, obligaron a todos los pasajeros a abandonar el vehículo. A continuación, siempre bajo, amenazas, dispusieron que el autobús hiciera su recorrido habitual, sin paradas, hasta la glorieta de Legazpi, donde abandonaron el vehículo y se perdieron en el tráfico de la ciudad.
El vehículo R-5, aún con el motor caliente, fue encontrado por efectivos policiales a la altura del kilómetro 2,200 de la carretera de Leganés a Villaverde Alto. En su interior fue hallada una bolsa que contenía tres medias de nailon, una pistola Astra del nueve corto con cinco proyectiles y un revólver del veintidós con cuatro balas (ambas armas habían sido disparadas). Igualmente apareció una bala del nueve corto que no había sido utilizada.
La policía montó un amplio despliegue policial -con apoyo de helicópteros- durante el tiempo que duró el secuestro, y durante las horas siguientes, que vio dio resultado positivo.
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