Las instituciones locales no consiguen desbloquear el proceso autonómico valenciano

Los últimos plenos veraniegos de las instituciones locales valencianas tampoco han logrado que se llegue a una clarificación de la situación autonómica de la región, que permanece bloqueada a la espera de un pacto entre Unión de Centro Democrático y el Partido Socialista Obrero Español, pacto que, hasta el momento, no parece llegar.Las demandas de UCD para una reestructuración en las comisiones de servicios, provocaron durante el pasado mes de julio reuniones tensas, tanto en los ayuntamientos como en la Diputación de Valencia, la única de las tres provincias del País Valenciano con mayoría PSOE-PCE.

A primeros de agosto se llegó a una situación límite, tanto en el ayuntamiento como en la Diputación de Valencia, con la discusión de sendos presupuestos extraordinarios, considerados por las mayorías como vitales para el mantenimiento de los programas, y para la solución de graves problemas pendientes desde la anterior etapa de la Administración local.

El Ayuntamiento de Valencia aprobó su presupuesto extraordinario, después de una agria polémica con UCD, que amenazaba con no votar e impedir así la mayoría de dos tercios necesaria para su aprobación.

Finalmente, las conversaciones dieron resultado y el presupuesto -calificado como «miserable» por el propio alcalde socialista Pérez Casado- fue aprobado en su totafidad. Quedó pendiente para el otoño la reestructuración de los servicios, cuyas delegaciones se encuentran ahora en manos de socialistas y comunistas por dimisión de los concejales de UCD de los puestos que ostentaban.

En la diputación, donde la mayoría socialista-comunista es más exigua, la lucha ha sido más enconada. También aquí se aprobó el presupuesto extraordinario, aunque previamente fue recortado en la comisión correspondiente, y, a continuación, en el pleno ordinario se produieron importantes enfrentamientos dialécticos en la discusión de otros presupuestos,de delegaciones, en los que los diputados de UCD insistieron en la fórmulade abstenerse.

Esta polémica de las abstenciones se basa en una circular del Ministerio del Interior, pasada por los gobiernos civiles a las instituciones locales, que permite esta fórmula -no recogida por la ley de Régimen Local actualmente vigente- y hace que UCD tenga en sus manos la aprobación o no de los temas que requieran mayoría cualificada, sin oponerse frontalmente con su voto negativo.

Aprobado el presupuesto extraordinario de la diputación con los recortes impuestos en la comisión, los centristas intentaron bloquear diversos presupuestos ordinarios de subvenciones para extensión cultural en diversos pueblos (muchos de ellos, con mayoría municipal de UCD).

El presidente de la corporación, Manuel Girona, se enfrentó a esta actitud de UCD, esgrimiento el rango superior de la ley de Régimen Local; y aunque manifestó el deseo de los socialistas de cambiarla, dijo que era su obligación actual velar por su cumplimiento. Los presupuestos han sido finalmente aprobados.