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El PC italiano trata de acorralar al Gobierno

El partido comunista piensa que el actual Gobierno tripartito italiano «no funciona», y se dispone a derribarlo, para sustituirlo por otro en el que esté presente el propio partido comunista, según explicó hoy el diputado del PCI Alessandro Natta, miembro de la secretaría de su partido.En declaraciones al diario La Stampa, de Turín, Natta, uno de los más destacados dirigentes del comunismo italiano, afirma que cuando el actual Gobierno caiga debe ser sustituido por uno en el que participen tanto el propio partido comunista como el Partido Socialista Italiano (PSI).

El actual Gobierno está integrado por el partido mayoritario del país, el demócrata cristiano, el partido socialista y el republicano.

Natta dice que la acusación presentada en el Parlamento contra el ministro de Justicia, Morlino, es un capítulo más en el intento de abatir al Gobierno que preside Francesco Cossiga.

La entrada del partido comunista, junto con el socialista, en el Gobierno es «nuestro objetivo fundamental», dice el diputado Natta.

Para Natta, el actual Gobierno intenta lograr la transformación de la sociedad. «No ha querido seguir por la vía de los cambio».

Las declaraciones del diputado comunista, en opinión de los analistas políticos, confirman algo ya esbozado en los medios de opinión: que la oposición del comunismo al actual Gobierno es, a ultranza, radical y sin tregua.

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Oltros miembros destacados del segundo partido italiano, entre ellos el propio secretario general, Enrico Berlinguer, definieron en días pasados la táctica a utilizar, que consistiría en organizar un escándalo parlamentario ante cualquier fallo importante del Gobierno.

En los últimos días, el partido comunista, ayudado por radicales, neofascistas y parlamentarios de extrema. izquierda, logró llevar ¡al primer ministro Cossiga ante el primer juicio parlamentario a un presidente del Consejo en activo.

Los comunistas han encontrado como principales aliados en su oposicion a la actividad gubernamental a los partidos Movimiento Social Laliano (neofascista) y Partido de Unidad Proletaria (PDUP), situado en la extrema izquierda.

Le acusan de ser culpable del caos que reina en la Administración de la justicia italiana, con huelgas intermitentes por parte de los jueces, que reclaman mayor protección de la policía ante los atentados terroristas contra ellos.

En su réplica a las acusaciones, en la tarde de¡ miércoles, el primer ministro Cossiga, que el domingo últimosuperó la más dura prueba de su carrera política al obtener un veredicto de absolución en eljuicio a que le sometió el Parlamento, pidio el voto de confianza.

La votación se realizó ayer por la tarde, a brazo alzado, lo que para la Democracia Cristiana, partido en el poder desde que terminó la segunda guerra mundial, significaba una garantía, al quedar eliminado el riesgo de francotiradores, amparados en el voto secreto.

La vmación no decidía esta vez sobre Cossiga individualmente, sino que se trataba de un voto de confianza para todo el partido demócrata cristiano, como salida a la difícil situación planteada tras la moción presentada por los comunistas a raíz del debate sobre la justicia, que pedía la dimisión del ministro italiano de Justicia, Tomaso Morlino.

Como era de esperar, a la luz del análisis de la correlación de fuerzas que se presentaba de cara a la votación el Gobierno de centro-izquierda que preside el primer ministro democristiano, Francesco Cossigi, ha obtenido la confianza parlamentaria. La votación tuvo lugar ayer por la tarde, y el resultado hasido de 325 votos a favor y 270 en contra.

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