Gutiérrez Mellado, en el funeral por el soldado muerto en atentado
El teniente general Gutiérrez Mellado, vicepresidente primero del Gobierno, asistió ayer por la mañana al funeral por el soldado Florentino García Siller, muerto en atentado el pasado martes en Madrid, que se celebró en la explanada del Cuartel General del Ejército. Florentino García tenía veinte años y estaba destinado en la Policía Militar. Vivía con sus padres, en la finca de Madrid donde aquéllos trabajan como porteros.La ceremonia religiosa fue oficiada por el vicario general castrense, monseñor Benavent, al que acompañaban otros sacerdotes. En lugar preferente se encontraban los padres y hermanos del difunto, así como otros familiares. La madre del soldado muerto, visiblemente emocionada, tuyo que ser atendida en numerosas ocasiones por damas del cuerpo de Sanidad Militar.
Además del teniente general Gutiérrez Mellado, acudieron al funeral, el jefe del Estado Mayor del Eiército, teniente general Gabeiras; el presidente de la Diputación de Madrid, Carlos Revilla, y numerosos jefes, oficiales y suboficiales de las tres armas.
Detrás de los familiares se situó el general Criado Amunátegui, persona contra la que iba dirigido el atentado y que resultó herido en una mano. El militar, que llevaba la mano vendada, rompió en llanto en el momento de la comunión y se fundió en un abrazo con monseñor Benavent.
Posteriormente, el féretro con los restos mortales del soldado fue introducido en un furgón que lo trasladó al cementerio de Carabanchel, donde, tras un responso, recibieron sepultura.
Evoluciona el estado del conductor
El Hospital Militar Gómez Ulla facilitó ayer un parte médico de Benito Nieto Pintado, conductor del automóvil militar, que resultó herido grave en el atentado, en el que se señala que «evoluciona bien» y que es previsible que en las próximas horas sea trasladado de la UVI al servicio de cirugía vascular.Benito Nieto ingresó en el centro con una herida redondeada, con entrada a nivel del hombro derecho y salida por la parte baja del cuello en la zona izquierda, además de un hematoma sobre la arteria carótida.
A las siete de la tarde de ayer, el herido presentaba constantes normales y el hematoma del cuello se había difundido, permitiéndole moverlo. Las radiografías practicadas no demuestran que tenga afectados los pulmones.
