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La catástrofe ferroviaria de Torralba

El tren no se detuvo y fue desviado a una vía secundaria

El accidente de Torralba, uno de los más graves sufridos en los ferrocarriles españoles durante los últimos quince años, se debió a un encadenamiento de anomalías y posibles negligencias, según explicaron a EL PAIS fuentes técnicas.

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En principio, el factor aparentemente desencadenante de,la colisión del Talgo 253 y el tren de contenedores TECO 4.012 habría sido la fuerte tormenta que descargó granizo y abundante lluvia sobre la comarca de Medinaceli -Torralba dista unos cinco kilómetros de esta población- horas antes del accidente. El corte de fluido eléctrico cegó las señalizaciones que orientaban al TalgoLas señalizaciones ferroviarias, según el código vigente en España, cuando están apagadas o sin fluido implican la detención durante cinco minutos

del convoy que se aproxima a la primera de las señales. Al cabo de este período de tiempo, el convoy puede reanudar la marcha lentamente hasta la señal siguiente. Si ésta apareciera igualmente cegada, el convoy habrá de detener obligatoriamente su marcha en tanto no se recupere el fluido.

Según esto, el tren Talgo que se aproximaba a Torralba, al hallar sin fluido las señalizaciones, debiera haberse detenido al menos cinco minutos en la primera llamada de avanzada y reanudar la marcha a los cinco minutos, para detenerse en la denominada absoluta de modo rotundamente obligatorio. No fue este el caso. El Talgo no se detuvo, sino que continuó con una marcha próxima, según algunas fuentes, a los 105 kilómetros por hora. El frenazo al que se referían algunos pasajeros, según estas fuentes, se produjo una vez rebasadas con holgura las señalizaciones cegadas, distantes unos centenares de metros del lugar donde el TECO aguardaba reanudar su marcha. Hasta ayer, esta anomalía no había sido explicada más que mediante una insinuación, por parte de Renfe, de negligencia por parte del tren Talgo.

En segundo lugar, resulta extraño que un tren como el Talgo, que utiliza siempre vías preferentes o vías primeras -y nunca vías secundarias o marginales- fuera desviado en este caso a la vía quinta de la estación, donde estaba detenido el tren de contenedores, como está previsto.

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Un nuevo dato consiste en que con los precedentes anómalos dados, no se produjo el cambio de agujas que hubiera permitido al Talgo trasladarse a una vía libre y despejada que eludiera el obstáculo situado en línea recta y contra el cual chocó frontalmente. De ser un cambio regulado mediante computadora electrónica, o bien se dio la negligencia inicial insinuada por Renfe, o bien se produjo además negligencia por parte de los responsables ferroviarios de la estación de Torralba, por no hacerlo manualmente al hallarse el tendido sin fluido eléctrico; o bien, y esto parece mucho más controvertido, no existían en esta estación -que da paso a circuitos preferentes como el del Talgo- alternativas a posibles riesgos graves derivados de la ausencia de electricidad.

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