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Ronald Reagan se declara convencido de su victoria ante el presidente Jimmy Carter

«Jimmy Carter se quedará sin trabajo, porque yo seré el próximo presidente», dijo el republicano Ronald Reagan a su llegada ayer a Detroit, a las cuatro de la tarde (diez de la noche hora de Madrid), para participar en la convención nacional de su partido que, sin sorpresas, le nombrará mañana, miércoles, candidato oficial a la elección presidencial de EE UU. Traje blanco y aire casi juvenil, Reagan, a sus 69 años, explicó a sus entusiastas seguidores que la Administración demócrata del presidente Carter conduce al país a la ruina, con su alto índice de desempleo, inflación y tensión política internacional.

Ni el nombramiento de Reagan no ofrece ninguna duda después de sus repetidas victorias durante los cinco meses de elecciones primarias, sí, en cambio, continúan las dudas sobre cuál será la opción de Reagan para escoger su vicepresidente. Dos hombres parecen muy bien situados para llegar a tal puesto: el ex director de la CIA y ex embajadores la ONU George Bush, y el senador Howard Baker. Destaca, por su ausencia de la convención, el ex presidente Richard Nixon. Decididamente, los republicanos han «olvidado» a Nixon, por lo menos a nivel de actos públicos, y no desean re avivar los recuerdos del escándalo del Watergate entre los electores. Henry Kissinger, sin embargo, tiene prevista una alocución para la jornada de hoy, donde se espera pase revista a la política exterior norteamericana, de la que fue el principal protagonista durante las administraciones republicanas de Nixon y Ford.

El ambiente en el inmenso foro Joe Louis Arena es de gran euforia y entusiasmo. Banderas estadounidenses, pancartas con el nombre de delegaciones de cada uno de los cincuenta Estados de la Unión, sombreros de paja con la inscripción de «Reagan for president» son la nota de color de un ambiente de victoria. Así lo confirman los últimos sondeos publicados ayer, que continúan dando la victoria de la elección presidencial a Ronald Reagan con el 41 % de los votos, contra e 27% para el actual presidente demócrata, Jimmy Carter, y el 17% para el independiente John Anderson, sondeos realizados conjuntamente por la agencia de noticias Associated Press y la cadena de televisión NBC.

La convención reúne a uno 4.000 delegados, entre titulares y suplentes, de los cuales 1.994 tienen derecho a voto para nombra al candidato presidencial. al que le resulta suficiente para ser elegido una mayoría simple de 998 votos. Dos corrientes dividen la línea política del movimiento re publicano. Actualmente predomina la más conservadora después de la adopción en los de bates sobre la preplataforma electoral -pendiente del voto final, que se celebrará hoy, martes- de la retirada del apoyo del Partido Republicano a la enmienda constitucional que deberá ratificar en su día la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer en EE UU. Por vez primera en cuarenta años, los republicanos rechazan seguir apoyando la enmienda constitucional, que lleva cuatro decenios sin ser aprobada a causa del complejo sistema de voto -se necesita una mayoría de dos tercios en cada uno de los cincuenta Estados federales- para su adopción.

La radical postura en contra del aborto y la discutible política en pro de los derechos de las minorías étnicas, negros e hispanos en particular, confirman la línea «dura» que predomina en esta convención republicana. Varias manifestaciones de feministas y progresistas precedieron la apertura de la convención en Detroit.

La orientación de la proyección de política presidencial republicana en el sector de política exterior es también conservadora.

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