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Acusaciones sobre nuevos sobornos de la Lockeed en Portugal

Permanece sin solución el conflicto laboral que paraliza la compañía aérea portuguesa TAP. Tres semanas después del inicio de la huelga, los 350 pilotos siguen negándose a reincorporarse al trabajo, sin que el Gobierno y la Administración acepten incondicionalmente sus reivindicaciones.La contrapropuesta presentada por veintiuno de los veintidós sindicatos representativos del personal de la TAP, para tratar de evitar la declaración de la empresa «en situación económica difícil», ha sido rechazada por el sindicato autónomo de los pilotos, y el Consejo de Ministros de ayer no adoptó ninguna nueva decisión.

El aeropuerto de Lisboa funciona normalmente y los turistas han podido utilizar, para llegar a Portugal, los vuelos de otras compañías que operan con aviones de mayor capacidad. Proceden también, sin otras dificultades que algunos atrasos, las ligazones con el archipiélago de las Azores, escala obligatoria de numerosos vuelos transatlánticos. Lo mismo se puede decir con Madera, a pesar de los esfuerzos del Gobierno regional. Los pilotos portugueses han conseguido que sus colegas belgas y británicos manden regresar a sus países las tripulaciones de aviones fletados por las autoridades maderenses.

El sindicato de pilotos niega también las acusaciones de corrupción formuladas contra él. La Prensa portuguesa se ha hecho eco de un eventual soborno de la compañía Douglas, interesada en vender aviones a la TAP, para evitar la firma del contrato de compra de tres aparatos Lockheed. El caso ha sido analizado por una comisión del Senado americano a consecuencia de una queja de la Douglas y de la Boeing, también rival de la Lockheed para el reequipamiento en curso de la compañía portuguesa. La comisión ha admitido existir «fuertes indicios» de sobornos pagados por la Lockheed a dirigentes portugueses, en e caso de la venta de aviones a la TAP, pero también en relación a otros encargos pasados correspondientes a la fuerza aérea portuguesa.

Aunque no sea la causa única, ni principal, el conflicto de la TAP puede estar relacionado con el aplazamiento -sin nueva fecha marcada- de la visita que debía realizar a Lisboa, el día 14, el ministro español de Transportes.

Una fuente del ministerio portugués ha admitido que, aunque tratándose de un acuerdo a negociar entre TAP e Iberia, el ministro español debía traer a Lisboa el borrador de un proyecto de cooperación entre las dos compañías peninsulares, que un semanario de Lisboa comparaba ayer al acuerdo existente entre las compañías escandinavas y que dio lugar a la creación de la SAS. Estaba prevista, también para este día, la inauguración de los vuelos directos de la TAP entre Lisboa y Barcelona.

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