Nueva versión de "Las Leandras"
En el teatro Muñoz Seca acaba de estrenarse la revista musical Las Leandras, en versión actualizada de L. Irazábal, con la actriz María José Nieto a la cabeza del reparto. Esta obra, original de González del Castillo y Muñoz Román, con música de Francisco Alonso, ha sido dirigida por Andrés Magdaleno. El público madrileño acogió con frialdad este estreno, que en anteriores ocasiones había despertado no escaso entusiasmo entre espectadores de provincias. Pese a todo, es bien probable que Las Leandras se convierta en uno de los espectáculos más frecuentados durante el verano.
Emplumada y de color quisquilla la joven María José Nieto, sucesora de la Cantudo, surge con un micrófono inalámbrico de inutilidad fastuosa: la música está enlatada. El tedio es tan radical desde el comienzo que los espectadores sólo pueden entretenerse con el lunar que exhibe la escultural Nieto en su anticelulítica pierna derecha. Su mensaje es rotundo: «Tomar la vida en serio / es una tontería...» De ahí que ella esté contenta por actuar en Madrid, que es su amor y su tierra.Nada se nos ahorra en la reactualización de esta revista musical hay una loca, un paleto y un tío millonario... El argot modelno funciona casi a tope y tontamente. Los chistes son de esparto nacional. Ejemplos por lo fino: «¡Ay, qué cortina! ¡Qué larga la tienes!» Fuera de lo doméstico, la finura persiste sin dobleces: «Esto es como los coros y danzas de la sección sin mínima». María José Nieto, probable admiradora de Sánchez Dragó, lee sin cesar un libro azul de magia. Los decorados son de fábula; sobresale la síntesis borrosa de un mapa de España, tal vez calcado de los que editaban, entre Ferres y Robbe-Grillet, los mosqueteros de Seix-Barral.
María José Nieto quiere llenar el cálido vacío que su difunto marido le ha dejado. Por eso implora dulcemente: «Adminístreme usted / lo que él me dejó...» La incitación la plasma con las tetas al aire, pero cubriéndose al instante con los brazos cruzados. Sus compañeros y compañeras de reparto posan para Fellini sin saberlo. Todo es lamentable. Es decir: el éxito está asegurado.
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