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"The Observer" podría cerrar debido a problemas laborales

Uno de los títulos periodísticos más antiguos y prestigiosos del mundo, el dominical londinense The Observer, puede verse obligado a cerrar si no resuelve en menos de una semana una disputa laboral con el sindicato impresor más importante de Fleet Street.

La compañía propietaria del periódico, la petrolera norteamericana Atlantic Richfield, preocupada por las crecientes pérdidas del dominical, que, paradójicamente, se corresponde con un importante aumento en la circulación, dio de plazo al consejo de The Observer hasta el próximo día 1 de julio para llegar a un acuerdo con el sindicato National Graphical Association (NGA), encaminado a reducir costes. Si el acuerdo no se produce, la Atlantic Richfield ha anunciado que retirará su ap oyo económic,o al periódico, lo que significaría su cierre automático.Las esperanzas de obtener este acuerdo son escasas, como consecuencia del rechazo por parte de la sección sindical del periódico de la oferta de la empresa, a pesar de que esa oferta había sido aceptada por los dirigentes nacionales de la National Graphical Association.

Los directivos de The Observer desean realizar la impresión de todo el periódico el sábado en un largo turno de dieciocho horas, con el fin de terminar el actual proceso, en el que la composición e impresión se inicia los jueves. La empresa espera ahorrar con este plan unas 60.000 libras por semana (unos once millones de pesetas).

El principal problema reside en que, como consecuencia de la ausencia del mercado del Sunday Times el pasado año, la circulación de The Observer ascendió a 1.300.000 ejemplares semanales, la más alta de sus 189 años de historia, lo que se traducía en un aumento paralelo de las horas extraordinarias, con lo que algunos linotipistas ganaban unas quinientas libras (80.000 pesetas semanales).

La reaparición del Sunday Times hizo descender la tirada y estabilizarse en torno al millón de ejemplares, un aumento de 300.000 sobre la que tenía el dominical antes de la desaparición de su competidor, con lo que la empresa redujo las horas extraordinarias. A pesar de eso, y como consecuencia de la utilización del plomo, la empresa desea que todo el proceso de composición y tirada se realice en un solo día, el sábado, en lugar de iniciarse los jueves, como ahora. La National Graphical Association, aunque cree que la empresa americana propietaria del título habla en serio cuando amenaza con la retirada del apoyo económico, no piensa que esté dispuesta a retirarse de The Observer el día 1 de julio, por lo que tiene intención de continuar la batalla.

La suerte del veterano dominical se decidirá en la qÚe quizá sea la última reunión entre represehtantes sindicales y de la empresa el próximo fin de semana.

American Richfleld compró el 90% de las acciones de The Observer en 1976 por la simbólica suma de una libra esterlina, cuando el periódico se encontraba en franca bancarrota, con la promesa de realizar fuertes inversiones tendentes a su modernización, promesa que ha cumplido fielmente al invertir más de veinte millones de libras (unos 3.400 millones de pesetas) en nueva maquinaria.

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