Registro minucioso del barco ecologista apresado en El Ferrol
Oficiales de la marina española, dirigidos por el juez que instruye la causa, registraron ayer minuciosamente el barco ecologista Rainbow Warrior, acompañados por algunos funcionarios del Cuerpo General de Policía, mientras el muelle ferrolano en el que permanece atracado estuvo fuertemente vigilado por la Policía Nacional. Este buque impedía la caza de ballenas en Finisterre.
Las fuentes oficiales mantienen ahora estricto silencio sobre el caso. El registro del barco no representó más que una diligencia de trámite. Se inició en ausencia del capitán del buque, que se incorporó más tarde, y se sabe con certeza que sólo fueron incautados algunos rollos de película de dieciséis milímetros, de la que utilizaron los cámaras de televisión que estuvieron a bordo durante la travesía, y algunos rollos de fotografías pertenecientes a varios periodistas. Entre el material intervenido figuran también varias docenas de diapositivas del archivo del barco ecologista, en las que aparecen secuencias del apresamiento sufrido en 1978 por el mismo buque frente a las costas españolas. Algunos instrumentos fundamentales para la navegación y la mecánica radiofónica del barco fueron igualmente intervenidos o precintados.
Según pudo saber EL PAIS, las autoridades que conducen la investigación mostraron gran interés en conseguir el material gráfico que los cámaras de televisión y los fotógrafos de a bordo impresionaron en el momento en que fue aprehendido en alta mar el Rainbow Warrior, la tarde del miércoles. Este interés puede ser resultado de que dicho material sería susceptible de aportar algunas pruebas documentales para el establecimiento de una supuesta ilegalidad marítima cometida por el barco apresado cuando se dio la orden de detenerse. Por ahora no está demostrado, ni oficial ni oficiosamente.
Interrogados los tripulantes
Mientras tanto, ayer continuaron los interrogatorios de todos los que viajaban en el barco. Dos periodistas canadienses de la cadena CBS de televisión fueron puestos en libertad a las dos de la tarde, y abandonaron El Ferrol para regresar a su país, al igual que hizo otra periodista inglesa. permanecían todavía retenidos, a última hora de la tarde, dos periodistas españoles.El cónsul inglés en Vigo, con competencia para toda Galicia, José Manuel Cogollado, informó que «habrá que esperar uno o dos días más para saber qué decisión van a tomar las autoridades españolas».
El abogado español encargado de la defensa jurídica de los apresados, Jesús Mirapeix, se mostró ayer desconcertado acerca del tratamiento que se va a. poder dar al asunto. En su opinión, no está nada claro que fuera necesaria una intenvención tan drástica de la marina ni aparecen sustentados los razonamientos jurídicos en los que apoyarla actuación oficial.
Militantes de organizaciones ecologistas gallegas se presentaron ayer al borde del barco con banderas y carteles, en los que se protestaba contra la caza de ballenas, al mismo tiempo que otros jóvenes recorrieron la ciudad recogiendo firmas para un escrito de la Asociación Gallega de Historia Nacional, en el que se pide una moratoria española para la caza de cetáceos.
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