Alberto Iniesta
va por el mundo reconciliando, pidiendo la paz y la palabra. Esa actividad, que él realiza como para pasar desapercibido, ha tenido una recompensa en el premio que le ha concedido el Instituto Víctor Seix, de Polemología, en conmemoración de la encíclica Pacem in Terris, del Papa Juan XXIII. El memorial Juan XXIII, título del galardón, le ha sido concedido al obispo auxiliar de Madrid «por su labor de reconciliación y de paz entre personas e ideologías, por la defensa de la justicia, sobre todo en el mundo político, laboral, económico, por su actuación en defensa de la vida y contra la pena de muerte, por su labor en favor de la objeción de conciencia, por la creación de una comunidad cristiana auténticamente popular, y por su actividad como escritor y poeta al servicio de los valores humanos». El acto de entrega del premio, celebrado anoche en Vallecas, donde desarrolla monseñor Iniesta su trabajo pastoral, contó con la solidaridad de Joaquín Ruiz Jiménez, que el pasado año fue distinguido con el mismo galardón. Un poema de Pere Quart, titulado Angelo Roncalli, en recuerdo de Juan XXIII, completó la jornada. Fue leído en castellano, en versión de José María Valverde, vasco, traducido por Joseba A. Atza, y gallego, lengua a la que fueron traducidos los versos por Basilio Losada.
