Ayer falleció Giorgio Amendola, histórico dirigente del Partido Comunista italiano

El histórico dirigente comunista Giorgio Amendola falleció ayer en la clínica romana Villa Gina, a las seis y cuarto de la mañana. Tenla 73 años y luchaba desde hace tiempo contra una enfermedad incurable: el cáncer. Los últimos cuatro meses los pasó siempre en la clínica, donde murió de edema pulmonar. Los médicos que le habían hecho el masaje de corazón no consiguieron esta vez arrancarlo a la muerte.

Amendola era una de las figuras más prestigiosas, no sólo del Partido Comunista italiano, sino de todo el país, porque fue uno de los padres del antifascismo, hombre de profunda cultura, luchador hasta la muerte y libre dentro de su partido. Hasta el último momento mantuvo su lucidez. La tarde antes de morir había paseado por el jardín de la clínica para recoger sus últimas fuerzas y poder votar el domingo. Había ido incluso al lugar donde debería entregar su voto a las urnas, para ver si era capaz aún de subir los tres escalones del edificio, porque, como le dijo a su médico, «quiero ir a votar, porque probablemente será mi último voto».No le llegaron las fuerzas, pero su gesto, se aseguraba ayer en los ambientes políticos, contribuirá a empujar a tantos dudosos de ir a votar en unas elecciones que se presentan como las más castigadas por la plaga de un absentismo hasta ahora desconocido en Italia.

Hasta momentos antes de expirar, Amendola estuvo conversando con los médicos sobre el partido, la familia y su último libro que acaba de aparecer: La isla.

Apenas entró en coma, se presentó en la clínica Enrico Berlinguer, secretario general del partido comunista, quien no quiso entrar hasta que expiró. Inmediatamente, empezó una procesión que siguió sin interrupción durante todo el día. Todos los líderes políticos y sindicales, hombres de cultura y gente de la calle, fueron desfilando frente al cadáver de Amendola, que era un personaje muy popular y muy apreciado por su espíritu combativo. En todos los comicios del partido comunista, desde hoy hasta la clausura de la campaña electoral del domingo, se empezará conmemorando a Amendola con un minuto de silencio. En las declaraciones de los hombres políticos (incluso quienes tuvieron choques y enfrentamientos con el viejo león comunista) ha quedado manifiesta la gran humanidad de este hombre. Como ha contado su compañero de tantas batallas, el alcalde comunista de Nápoles, Valenzi: «Lo que siempre me conquistó de Amendola fue que después de una furiosa riña en la cual vencía siempre él, sacaba siempre de dentro una franqueza brutal y una capacidad increíble de entablar de nuevo el diálogo».