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Debate de la moción de censura al Gobierno

Suarez: "Hasta 1983, cualquier Gobierno tiene que pasar por UCD

El presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, al concluir la intervención del portavoz del grupo centrista, leyó un discurso en el que lamentó que se le dirijan similares acusaciones a las que sirvieron de pretexto para que en España no hubiera más gobiernos duraderos durante este siglo que las dictaduras y afirmó que no existe grupo mejor capacitado que UCD para gobernar.

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«Yo lamento profundamente que las normas del debate no hayan permitido que intervinieran otras personas y diputados del partido socialista para responder a muchas cuestiones que se han planteado y sé perfectamente que no hay nadie que pueda dominar todas las materias de un Gobierno».«Yo, evidentemente, no he estado sometido a un debate parecido, es cierto, es obvio, sin embargo, creo haber aprobado ante algún tribunal importante. Creo haber aprobado ante el tribunal del pueblo en dos elecciones generales y creo haber aprobado también en alguna medida en la ejecutoria que como jefe de Gobierno he venido manteniendo que desde que accedí a él, en 1976».

«Yo me preguntaría qué haría el partido socialista de haber ganado esta moción de censura con una composición tan heterogénea de apoyos que no fuera otra cosa, ante la imposibilidad de gobernar, que convocar elecciones generales y, a lo mejor, es eso lo que pretendían. No lo sé, no puedo hacer juicio-intención. Y quizá todo eso para estar dos meses en el poder y después perder, porque perderán las próximas elecciones también. Al menos es mi deseo, señores socialistas».

«Para tranquilidad de los que se sientan preocupados por la convocatoria inmediata de elecciones diré que no pasa por mi ánimo convocar elecciones generales. Asumo los intereses del Estado y las dificultades que comporta gobernar en minoría, pero ciertamente someter a este país a unas elecciones generales de nuevo me parecería un acto grave».

«Algún otro señor diputado me ha preguntado, y como lo ha hecho con insistencia, me creo en la obligación de contestarle, si tenía alguna relación mi viaje a Estados Unidos en el mes de enero con la decisión tomada por el partido de Unión de Centro Democrático en torno al referéndum andaluz. Yo estoy convencido de que lo ha hecho con la mejor intención y que no había en su ánimo el deseo de ofenderme, porque no hay nadie en el mundo que pueda decirme a mí lo que debo de hacer en defensa de los intereses españoles, ni el presidente Carter ni ningún otro presidente del mundo».

«El señor Carrillo, haciendo uso de lo que ya en él es costumbre, que es la de aconsejarnos a todos y darnos lecciones de moralidad, nos dice que la moralidad política exige una reflexión en UCD después de este debate. La moralidad política que practicamos en UCD exige la reflexión antes, durante y después del debate, señor Carrillo. La practicamos habitualmente, es norma de conducta nuestra y la practicamos con frecuencia, y quizá eso hace pensar a muchos grupos políticos que hoy se dan los supuestos necesarios para poder hacer alguna mella en nuestro país.

Nosotros reflexionaremos seria y profundamente sobre este debate y sobre su resultado final. Y conviene también reflexionar, naturalmente, sobre la necesidad de un Gobierno fuerte y estable».

«En el presente siglo no ha habido en la democracia española ningún presidente del Gobierno que permaneciera al frente del Ejecutivo tanto tiempo como he permanecido yo. Y esto es evidente y es obvio que no es como consecuencia de que yo sea una figura excepcional. Ustedes saben que no: saben perfectamente que soy una persona normal y sencilla». «Pienso que quiere decir, simple y llanamente, que en"nuestro país, en España, siempre ha sido muy difícil, enormemente difícil, conseguir la estabilidad gubernamental, porque los mecanismos constitucionales conducían inevitablemente a derribar Gobiernos, a socavar la credibilidad de los Gobiernos e impedir la continuidad de la acción política, en lugar de permitir que los Gobiernos fuesen estables para poder ser eficaces».

«Y yo les invito a sus señorías a que, repasando de nuevo la historia moderna de España, mediten sobre si las acusaciones de todo tipo que se han hecho al Gobierno, de debilidad por un lado y de retroceso de las libertades por otro, de desorden de una parte y de extralimitación en la represión por otra, y de falta de control del Gobierno sobre la situación, no son básicamente las mismas acusaciones que sirvieron de pretexto para que en España, en este siglo, no hubiera más Gobiernos duraderos que los de las dictaduras ni más estabilidad política que la conseguida a base de destruir y hacer inviable la democracia».

«A mí, señorías, me intranquiliza que se nos dirijan las mismas acusaciones que se dirigían a los políticos de la Restauración y a los prohombres de la República. Me intranquiliza que estemos en un eterno ritornello en torno al querer y no poder, que lo que esté en juego no sea mejorar las cosas, sino que caigamos algunas veces en la tentación de destruir a las personas».

«Yo creo y está claro que, como decía al principio de esta legislatura, hasta 1983 cualquier Gobierno tiene que pasar necesariamente por UCD, que es el partido más numeroso en esta Cámara. Y tanto como presidente del Gobierno como presidente del partido, lo que ha quedado también demostrado es que hay un Gobierno y hay un partido, y en los bancos de UCD hay capacidad para crear tantos presidentes o tantos gobiernos como sea necesario; y esto creo que es un activo político de primera magnitud para España, pues da seguridad, que es lo que garantiza UCD, y creo que da, o debe dar, también confianza en el futuro».

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