Atentado contra uno de los principales dirigentes negros norteamericanos

Uno de los líderes más importantes de la comunidad negra de Estados Unidos, Vernon Jordan, de 44 años de edad, fue víctima ayer de un atentado en la localidad de Fort Wayne, en el Estado de Indiana, cuando un desconocido le disparó por la espalda, ocasionándole heridas graves en el estómago. El atentado, calificado como el más importante contra un líder negro después del asesinato de Martin Luther King, el 4 de abril de 1968, suscita gran emoción en todos los estamentos de la sociedad norteamericana, todavía conmovidos por los trágicos acontecimientos raciales que el pasado 17 de mayo concluyeron con la muerte de catorce personas y daños valorados en unos sesenta millones de dólares -420 millones de pesetas- en el barrio de Dade County, en la ciudad de Miami, en Florida.

Después de una operación de más de cuatro horas, los médicos que asistieron a Vernon Jordan calificaron su estado de «grave, pero estable». Las balas de pistola disparadas contra Jordan no afectaron ningún órgano vital. La policía local indicó que no tenía indicios de quién podría ser el autor del atentado criminal, y todas las reacciones, incluidas las de la comunidad negra, son muy prudentes, sin vincular los hechos a motivos raciales. El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, manifestó su «sorpresa y tristeza» por el ataque al «gran líder y amigo personal» Vernon Jordan.La agresión ocurrió a las tres de la madrugada del jueves (nueve de la mañana hora de Madrid), cuando Jordan se dirigía hacia su automóvil, aparcado en las cercanías de un hotel. Horas antes, Jordan, presidente de la Liga Nacional Urbana desde 1972, organismo que ayuda a las comunidades negras que viven en zonas urbanas, criticó ante unas 450 personas las disposiciones del nuevo presupuesto federal para 1981, «que reforzará la desigualdad», debido a los «recortes» financieros para programas sociales, con el fin de conseguir un presupuesto «equilibrado», principal objetivo del presidente Carter. Jordan dijo también que «las causas que originaron los disturbios urbanos en Miami se dan en cada ciudad de este país».

A pesar del tono crítico para la Administración, no existe la seguridad de que se trate de un atentado de tipo racial. Sin embargo, el ministro de Justicia, Benjamin Civiletti, ordenó la constitución de una comisión federal para que investigue los hechos. William Webster, director de la FBI (Oficina Federal de Investigación norteamericana), envió desde Washington un equipo especial de agentes a la localidad de Fort Wayne para que contribuyan a esclarecer los hechos) pueda llegarse a conclusiones justas.

Por el momento no ha habido reacción popular entre la población estadounidense de raza negra, cuya situación de marginación social sigue siendo un elemento potencialmente explosivo para la sociedad norteamericana, a pesar de los esfuerzos oficiales de integración y control para el respeto de los derechos cívicos en Estados Unidos.