Enpetrol se queja del retraso en la repercusión de los precios del crudo
José Luis Díaz Fernández, vicepresidente ejecutivo de Enpetrol, se quejó ayer ante la junta de accionistas de la sociedad de los problemas de circulante que está ocasionado al sector nacional del refino el retraso administrativo en autorizar la repercusión de los mayores precios en el petróleo en origen en los de salida de refinería.«Esta evolución negativa», manifestó Díaz Fernández, «que continúa en los primeros meses del presente año, ha sido expuesta a la Administración como el problema más acuciante del sector, que se vería en la imposibilidad de financiar simultáneamente los nuevos incrementos del circulante y las importantes inversiones que el país necesita».
Aparte de este aspecto negativo, en lo que se refiere a sus problemas de financiación, la Empresa Nacional del Petróleo, SA, cuyo socio mayoritario es el INI, terminó el ejercicio correspondiente a 1979 con resultados que el vicepresidente del Instituto Nacional de Industria, Carlos Espinosa de los Monteros, calificó de «excelentes». Un beneficio bruto de 1.905 millones de pesetas, un cash flow de 10.302 millones, que permitió destinar 8.400 millones a amortizaciones y una autofinanciación que superó más del 60%, son los datos ofrecidos a la junta por el presidente de la compañía, Virgilio Oñate Gil.
Como consecuencia de estos resultados, Enpetrol sigue siendo, con unas ventas de 216.225 millones de pesetas (la primera empresa industrial del país), lo que representa un notable incremento respecto al ejercicio anterior. Este aumento en ventas se distribuyó de la siguiente manera: similares, en el capítulo de carburantes, combustibles y lubricantes; incremento del 40%, en olefinas; 60%, en asfaltos, y 47%, en benceno.
Respecto a los aspectos financieros, Díaz Fernández resaltó que la autofinanciación de la empresa ha superado en más del 60% a la inversión, «lo que, unido a la regularización practicada, por un importe neto de unos 14.700 millones de pesetas, ha permitido que los recursos propios hayan pasado de financiar el 45% del inmovilizado neto en 1978 al 56%». Según el vicepresidente ejecutivo, esta participación es «todavía insuficiente», aunque satisfactoria comparándola con el 44% del año 1977.
Respecto a las ventas, dijo que estas están siendo favorables, con continuados aumentos en lubricantes, olefinas, benceno y asfaltos, pero señaló que «las perspectivas para el resto del año no son buenas en la actividad petroquímica, que está viendo sus ventas en rápida disminución y los márgenes comerciales igualmente con evolución negativa».
Por otro lado, Enpetrol repartirá 1.450 millones en dividendos, de sus casi 2.000 millones de beneficios. El resto será destinado a impuestos (348 millones), 50 millones a inversiones, otros 50 a reservas y 5 a deducciones, aparte de 3,6 a fondos.
En 1979, Enpetrol destiló 18,6 millones de toneladas de crudos, repartidas entre las refinerías de Cartagena, Puertollano y Tarragona.
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