La inteligencia de los militares

La decisión del capitán general de Madrid en disentir de la sentencia establecida por el consejo de guerra celebrado contra los implicados principales en la «operación Galaxia» es, ante todo, una decisión inteligente que favorece a la clase militar.Es seguro que muchos profesionales de las armas que, abierta o encubiertamente, han apoyado a los acusados, no lo entenderán así. Y es seguro que han incluido a Quintana Lacaci entre sus enemigos políticos, junto a Gutiérrez Mellado, Gabeiras y, por descontado, Adolfo Suárez. ( ... )

Buena parte de la opinión pública (la que vota por los partidos democráticos situados a la izquierda de Fuerza Nueva, esto es, el 98% del electorado) habría aprobado una sentencia superior a los tres años, que vedara a los implicados de cualquier puesto o destino en que pudieran materializar, esta vez con acierto, sus veleidades (reconocidas veleidades) golpistas. Pero. puesto que los jueces, atendiendo a los antecedentes profesionales de los procesados, no creyeron oportuno sentenciar en el sentido de que perdieran la carrera, una condena de tres años justos hubiese sido inteligente: «Somos tan severos corno lo exige el delito que declaramos reconocido, pero no querernos causar un perjuicio irreparable». La justicia militar no habría perdido su tradicional seriedad.

No sobra recordar que, a partir del 17 de julio de 1936, los primeros fusilados por los sublevados fueron los generales fieles a la legalidad republicana: Batet, Romerales, Álvarez. ( ... )

23 de mayo