Grave estallido de violencia racial en Miami
Diecinueve muertos, más de 350 heridos y casi medio millar de detenidos es el balance de los disturbios raciales registrados durante el pasado fin de semana en la ciudad norteamericana de Miami, en el Estado de Florida. Nutridos efectivos policiales patrullaban ayer por la ciudad, donde podían oírse todavía esporádicos tiroteos.
Las autoridades impusieron el toque de queda y prohibieron la venta de armas de fuego y de bebidas alcohólicas en todo el área, a la vez que llegaban importantes refuerzos de la policía estatal y la Guardia Nacional. Existe el temor de que la violencia continúe en los próximos días y que incluso supere la de los graves incidentes que tuvieron lugar en 1965 en el barrio de Watts, en Los Angeles, que arrojaron un saldo de 35 muertos y centenares de heridos.Los disturbios de Miami comenzaron el sábado por la tarde, sólo unas horas después de que cuatro ex agentes de la policía, de raza blanca, fueron absueltos en el juicio por la muerte de un vendedor de seguros negro, Arthur McDuffie, que falleció en diciembre pasado, cuando su automóvil fue detenido por los acusados y, según la comunidad negra del área de Miami, a consecuencia de los malos tratos sufridos.
Millares de enardecidos manifestantes provocaron docenas de incendios y saquearon barrios enteros durante el sábado y el domingo. Los tiroteos entre grupos de blancos armados y de manifestantes negros fueron constantes, mientras la policía era impotente para controlar la situación.
El área predominante negra de Liberty City, al norte de Miami, estaba ayer completamente acordonada por la policía y la Guardia Nacional. Vehículos calcinados, establecimientos comerciales saqueados y densas columnas de humo podían verse en amplias zonas de la capital. Cerca de cincuenta personas habían ingresado en hospitales con heridas de bala y más de un centenar con lesiones de arma blanca, según informó la Policía.
La violencia racial venía incubándose desde hacía más de un año, al decir de los comentaristas políticos. Una serie de incidentes de relativa gravedad se registraron desde príncipios de 1979, pero el estallido final se produjo el sábado, cuando un jurado compuesto exclusivamente por blancos absolvió a los cuatro agentes de policía de la muerte de McDuffie, aceptando, por tanto, su versión de que el fallecimiento se produjo en un accidente de tráfico.
La hermana de McDuffie, Dorothy, que se encontraba en la sala del juicio, protestó contra el vedericto del jurado, y dijo que «ahora entiendo que mi pueblo y yo no somos nadie». Similares protestas se dejaron oír entre los líderes de la comunidad negra de Miami.
Poco después comenzaban los disturbios, cuando algunos transeúntes de raza blanca eran atacados por negros y la espiral de violencia se desarrollaba vertiginosamente repitiéndose los actos de agresión entre las dos comunidades.
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