Catedráticos sin cátedra
En el número del 30 de abril leo la noticia de que la Universidad de Palma de Mallorca ha rechazado la posibilidad de proponer a Manuel Tuñón de Lara como catedrático numerario de aquel centro docente. La noticia, a pesar de que llueva sobre terreno varias veces mojado, es realmente grave, por no decir enorme.Hace algún tiempo leí que diversos intelectuales españoles de primer orden que, por razón de los decenios pasados, no habían podido obtener cátedra de universidad en España podrían ser nombrados catedráticos extraordinarios a propuesta de una universidad. Dada la importancia de las personas a que la noticia se refería, parece que las universidades españolas deberían estar disputándose ásperamente la incorporación de muchos de ellos. Pero no es así. Por nombrar a los tres con quien tengo mayor relación, señalaré que Nicolás Sánchez Albomoz y Manuel Tuñón de Lara se encuentran en la vanguardia de los investigadores españoles de la historia contemporánea, y que Miguel Sánchez Mazas no solamente es el primer investigador español en materia de informática jurídica, sino que debe ser uno de los pocos españoles que saben en qué consiste esa informática. Sánchez Albomoz es catedrático de la Universidad de Nueva York; Sánchez Mazas lo es de la de Neuchatel, y Tuñón de Lara, de la de Pau. Tengo yo para mí, sin embargo, que los tres están deseando impartir su docencia en nuestro país, del que se sienten íntima parte integrante, siempre, naturalmente, de no verse obligados a estas alturas de sus vidas y de su formación a seguir los trámítes y azares de un principiante. Un observador futuro o un observador actual de otro planeta se inclinaría a creer que la universidad española actual, como la Castilla de Machado, «desprecia lo que ignora». Creo que no es así, lo que quizá es menos peyorativo desde el punto de vista intelectual, pero peor desde el punto de vista intelectual o político.
Sin olvidar a Carlos Castílla del Pino entre las personas a quienes más unido me siento entre los de la lista, cuyo nombre me saltó porque, a diferencia de los otros, reside en España, lo que hace que sea profesor en Córdoba, pero que no sea catedrático de ninguna universidad./ Cónsul de España en (Francia).
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