Los peligros del periodismo

La reciente condena de Juan Luis Cebrián, director de EL PAÍS, y el anuncio de que será sometido a un nuevo proceso son signos evidentes que prueban que hay una campaña contra la libertad de prensa en España. Desde la muerte del general Franco, en 1975, y la adopción de un sistema democrático en España, EL PAÍS se ha hecho un nombre por sí mismo y aparece como el más independiente de los diarios españoles; así pues, las acusaciones contra el señor Cebrián adquieren una especial relevancia. Pero en los últimos años se han producido casos similares contra varios diarios y revistas, que han terminado a menudo en sentencias condenatorias y que se han hechocada vez más frecuentes. Cebrián fue condenado la semana pasada por un artículo editorial aparecido en EL PAÍS, que no escribió él mismo, en el que criticaba algunas decisiones judiciales contra los periodistas y las comparaba con situaciones semejantes en la Alemania nazi. ( ... )El hecho de que estos artículos contengan una buena parte de verdad no ha sido una suficiente protección contra la investigación judicíal. ( ... )

La manipulación de estos casos no es responsabilidad del Gobierno Suárez, que ha intentado disociarse de algunos de ellos. Son el producto de la situación peculiar de la España posfranquísta, donde, pese a que existe una Constitución que garantiza la libertad de expresión, ha habido pocos cambios en el aparato judicial, muchos de cuyos miembros siguen anhelando los viejos tiempos. ( ... ) Por su parte, las Fuerzas Armadas reclaman jurisdicción sobre los supyestos. insultos a militares como si fuesen delitos militares.

En cierto sentido, esta situación no es sorprendente. Lo que más sorpyende es la relativa facilidad con que España ha pasado de la dictadura ala democracia. después de la muerte del general Franco. Pero las amenazas a la libertad de prensa deben ser tenidas en cuenta y sería conveniente que el Gobierno Suárez preste mayor atención para evitarlas. En este sentido debía, por ejemplo, llevar adelante una nueva ley de Prensa para desarrollar los principios generales de la Constitución y abandonar la idea de que sólo los periodistas licenciados pueden ejercer la profesión. Del lado judicial, hay un nuevo Tribunal Constitucional que tiene la última palabra en lo que se refiere a la Constitución. El Gobierno y la Prensa pueden ahora dirigirse a este tribunal para reafirmar la libertad de-expresión declarada en la Constitución. , 16 de mayo