_
_
_
_
_

La comisión permanente municipal terminó con una fuerte bronca entre la izquierda y UCD

La habilidad de Enrique Tierno y de los concejales socialistas Alonso Puerta y Joaquín Leguina y del comunista Ramón Tamames, así como la indecisión e incoherencia del jefe de la oposición del ayuntamiento. José María Álvarez del Manzano, evitaron in extremis que la coalición PSOE-PCE no sacara adelante, por vez primera en trece meses, una votación que estuvo a punto de producirse en el curso de una reunión de la comisión permanente municipal, que degeneró en una bronca dialéctica.

El hecho se produjo, cuando la sesión se encontraba en el tercero de los puntos del orden del día, calificados como «propuestas de urgencia», relativo a la reducción del precio de las tarifas de las piscinas municipales de 150 a 125 pesetas. Mientras que el grupo de gobierno (la coalición PSOE-PCE) consideró el tema de urgencia, ya que era necesaria una decisión al respecto, pues las instalaciones deportivas abrirán en su mayoría este fin de semana, UCD pidió la retirada del expediente. Después de haber aceptado la urgencia del tema, Alvarez del Manzano se retrotrajo en sus palabras con una argumentación sibilina y consideró que el tema no era urgente, por lo que pidió una votación para dictaminar si el asunto debía de ser considerado como una «propuesta de urgencia».Álvarez del Manzano argumentó su disertación en que la aprobación dé las nuevas tarifas de las instalaciones deportivas -que suponían un incremento de cien a 150 pesetas- la había llevado a cabo esta misma corporación el pasado día 22 de febrero, por lo que no tenía objeto la urgencia después de tres meses de tener congelado el expediente, Antonio Vázquez (UCD) apuntaló la argumentación señalando y haciendo la observación de que se trataba de una táctica generalizada de socialistas y comunistas, consistente en aguantar al máximo los expedientes para colarlos por el procedimiento de urgencia.

Por tratarse de una propuesta de urgencia era necesaria la mayoría absoluta de los miembros de la comisión permanente, es decir, once de los veintiún componentes. En el momento del debate se hallaban ausentes el alcalde Enrique Tierno y el concejal Luis Rufilanchas. Ramón Tamames se encontraba en la presidencia de la reunión, ya que Tierno, que había acompañado al alcalde de Lisboa al aeropuerto de Barajas en la despedida oficial, a su regreso al ayuntamiento se dirigió directamente a su despacho en lugar de incorporarse a la sesión.

A pesar de que Alvarez del Manzano pidió que se votase la urgencia Tamames retrasó durante algunos minutos la misma, concediendo turnos de palabra después de recriminar la actitud del ucedista por haberse desdicho de sus palabras. Instantes después de que Alvarez del Manzano acusase directamente a Tamames de estar retrasando deliberadamente la votación, con el fin de buscar nuevos concejales que tuvieran derecho al voto, Tierno apareció sin previo aviso en el salón de sesiones interrumpiendo los debates y desplazó de la presidencia a Tamames.

Un leve amago de abandono del salón de sesiones se produjo entre los concejales de UCD, aunque Álvarez del Manzano ordenó que se mantuviesen en sus bancos. Tierno llegó a la presidencia de la sesión aparentando un absoluto desconocimiento de lo que ocurría y desveló que Tamames le había referido al oído a su llegada la frase siguiente «Mejor hubiera sido que usted no apareciese» frase que luego matizaron ambos coloquiantes.

No obstante, EL PAÍS pudo confirmar que Tierno se encontraba desde bastantes minutos antes de que se produjera el incidente en su despacho, grabando emisiones de radio para tres emisoras distintas, hablando de las fiestas de San Isidro (en concreto, saliendo al paso de las críticas vertidas en los periódicos sobre la escasa imaginación con que se habían afrontado los festejos) y de la declaración de Abril Martorell ante un grupo de empresarios, en el sentido de que podría revisarse el acuerdo de lo que el vicepresidente calificó como municipalización de las líneas periféricas. Tamames reconoció al término de la sesión que se había mandado buscar al alcalde. Fue un delegado de servicios socialista quien puso al corriente de lo que ocurría al alcalde, el cual se apresuró a ir al salón de plenos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

A pesar del golpe de efecto de su aparición, Alvarez del Manzano -estuvo a punto de probar la afamada rectitud moral de Tierno y pidió que, a pesar de todo, se produjera la votación. Tierno logró evadirla con una habilidosa maniobra envolvente y poner de acuerdo a todos los grupos para que se aprobase por unanimidad lo relativo al descenso del precio de las piscinas, con una cláusula adicional en la que se obligaba a rehacer el expediente para dar satisfacción a UCD.

Hasta ese momento la sesión se había producido en un tono absolutamente agrio, rayano en el insulto. Tamames -una vez apeado de la presidencia- calificó la postura de UCD de insidiosa, y de sus líderes dijo que eran unos veletas. Estos últimos calificaron de bochornoso el espectáculo que estaba dando la izquierda. Vázquez había llegado más allá, al insinuar claramente que la izquierda podía estar violando las normas. Alvarez del Manzano dijo al alcalde que había sido utilizado políticamente.

El resto de la sesión trató cien puntos del orden del día, la mayoría de ellos de trámite,

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_