Alfonso Guerra: "No daremos nuestra bendición a un consejo de administración para un medio absolutamente corrupto"

«La puesta en práctica del consejo de administración supone un cambio sustancial en la política llevada dentro de RTVE hasta el momento actual. Este cambio lleva consigo la renovación de un número importante del personal directivo», declaró el diputado socialista Alfonso Guerra al ser preguntado sobre el estado actual de las negociaciones para elegir el consejo rector de RTVE. El señor Guerra añadió: «Nosotros tenemos ahora la posibilidad de estar representados en el consejo de administración y establecemos que el acuerdo de renovar la política de RTVE debe plasmarse previamente en el compromiso entre los grupos parlamentarios de modificar y simplificar la estructura de RTVE. Estructura que la propia auditoría de Hacienda y el informe de legalidad de lo contencioso-administrativo del Estado califica de compleja y complicada, hasta el extremo de que favorece la malversación, la irregularidad económica, el desconocimiento siquiera del número de empleados que hay en el medio. Es decir, que es necesario simplificar esa estructura y, a la cabecera de la misma, es necesario colocar personas que cuenten con un mínimo de apoyo del conjunto del Parlamento y que no sean servidores del Gobierno de turno. Siempre se adoptó, hasta ahora, esa política de connivencia entre la dirección de RTVE y la dirección de la política del Gobierno, hasta el punto de que tres de los actuales ministros han sido directores generales de RTVE. Nosotros entendemos que es necesario profesionalizar el medio y propugnamos que los dirigentes de RTVE no pueden ser políticos extrapolados, exportados desde el Gobierno a RTVE para que le sirvan bien, sino personas que cuenten, como profesionales, con el apoyo más amplio posible dentro de la propia RTVE».Alfonso Guerra explicó los puntos concretos de la negociación pendientes todavía de un acuerdo con el partido del Gobierno en los siguientes términos. Hay varios problemas planteados. Uno, la voluntad de transformación del medio, de ponerlo al servicio del Estado, de toda la colectividad. Dos, en qué proporción se distribuyen los puestos en el consejo de administración. Tres, el número de partidos que estarán representados. Cuatro, si pueden o deben existir candidatos independientes, personas sin vinculaciones a partido alguno, con probada competencia en el medio. Cinco, y por último, la renovación de los cargos y, sustancialmente, el acuerdo sobre la persona del director general.

«Yo he sostenido insistentemente», añadió el señor Guerra, «que fuera quien fuera el director general que estuvo a la cabeza de TVE en una etapa en que la irregularidad, la malversación, las deficiencias tantas veces señaladas e imperantes en el medio, al entrar en vigor el estatuto no podía ser el mismo, fuera quien fuera, aunque hubiera sido el mejor director que hubiera habido. Pero, además, si tenemos en cuenta que no ha sido así, sino que se trata de un director que ha practicado o ha tolerado una política de irregularidades, entonces no es posible cruzar el Rubicón que separa el estatuto y el consejo de administración y conservar a las mismas personas que han venido haciendo el desastre de TVE. No pueden seguir los mismos, tanto más si analizamos quiénes son, por el bien de RTVE, de la sociedad y de los propios trabaiadores de RTVE».

El vicesecretario general del PSOE encuentra en la actitud del Gobierno el principal obstáculo para poner en marcha el estatuto y aplicar su ley. «Nos hemos encontrado con una posición absolutamente irracional por parte del Gobierno», afirmó. «Cuando nosotros establecemos una interpelación en el Congreso sobre el tema RTVE y yo, personalmente, anuncio que el partido va a presentar una denuncia, el ministro de Hacienda sale a la tribuna a jactarse de que ya era hora de que se presentasen denuncias, y nos invita, de un modo un tanto chulesco, a que la presentemos. Presentamos una querella y aparece el vicepresidente Abril Martorell chantajeando con que se retire la querella como condición para que exista acuerdo sobre el consejo de administración. Se trata de un comportamiento. chantajista e intolerable por parte de Abril Martorell. En esta situación, lógicamente, no hay ninguna negociación, ningún acuerdo. Pero hay que cumplir la ley y nosotros estamos exigiendo que se cumpla. Un día se llegó a votar en el Parlamento una serie de nombres propuestos como vocales y, desde el grupo de UCD, sin duda, se pretendió deteriorar el ejercicio de ese voto rellenando algunas papeletas de forma burlesca para restar importancia a lo que allí se estaba haciendo. En estos momentos, el presidente de la Cámara, Landelino Lavilla, se ha ofrecido generosamente a intervenir en la negociación».

Alfonso Guerra manifiesta que, en contra de las intenciones de UCD, los socialistas son partidarios de que en el consejo de administración de RTVE estén representados todos los grupos parlamentarios. «Nosotros queremos que estén representados, aunque el consejo de administración tampo co puede ser una ampliación del Parlamento y no puede pretenderse que cada grupo esté, mecánicamente, representado, pero sí cree mos que debe de ser contemplado el espectro político más amplio desde el punto de vista ideológico, es decir, el Gobierno, UCD y Coalición Democrática desde la derecha, y el PSOE y PCE desde la izquierda. Pero, hasta ahora, yo tengo la impresión de que UCD no está por esta alternativa, sino que propugna la opción de compartir el consejo entre UCD y PSOE. Por tanto, a mí me parece injusto, cuando menos injusto, que el PCE se permita hacer declaraciones casi acusatorias de que el partido socialista les quiere dejar fuera».

El interlocutor de los socialistas en las negociaciones con UCD y el Gobierno, preguntado sobre la posibilidad de que las negociaciones se ciñan solamente al acuerdo sobre los vocales del consejo, contestó: «Nuestra actitud es negociar puntos que, si no están exactamente en el texto del estatuto, sí están en el espíritu con el que se confeccionó, es decir, la renovación del medio. Nosotros no podemos estar con UCD en un consejo de administración que avale una gestión de TVE corrupta, absolutamente Podrida y dándole una legitimidad con nuestra presencia. Claro que algunos dicen: bueno, podéis estar en el consejo y, sí no funciona, os salís. Después dirían que si hemos dado un portazo, que si es una rabieta o una actitud infantil. Estamos ante la posibilidad histórica de cambiar el curso de la política televisiva del país y, por tanto, no vamos a hacer dejación en ningún caso de esa oportunidad de cambio. No negociaremos los nombres del consejo de administración si no hay previamente el acuerdo moral y político de que TVE dejará de ser el cortijo privado de Adolfo Suárez y que se va a poner al servicio de toda la sociedad ».