La oposición acusa al PNV de paralizar el Parlamento vasco
Todos los grupos parlamentarios, excepción hecha del peneuvista, se muestran descontentos con el funcionamiento de la Cámara legislativa vasca, en su primer mes y medio de existencia. Creen aquellos que de la falta de operatividad de la misma, debido fundamentalmente a la casi absoluta carencia de una infraestructura mínima, es responsable el Partido Nacionalista Vasco, al que acusan de volcar toda su actividad en la homogeneanización y potenciación del Gobierno vasco, en detrimento del Parlamento autónomo, que consideran tiene desatendido.
«La única actividad política la realiza el Gobierno vasco», declaraba ayer a EL PAIS una fuente autorizada del grupo de Euskadiko Ezkerra. «Mientras el Gabinete de Garaikoetxea va a presentar ya la estructura interna y el presupuesto de cada consejería, el Parlamento carece de la más mínima infraestructura técnica para llevar a cabo la actividad diaria. Ni el presidente ni la mesa tienen asignados personal administrativo alguno; no se ha estudiado siquiera la contratación de letrados y asesores. No existe tampoco un libro de registro de las mociones e interpelaciones al Gobierno, que hasta la fecha, y en número de una veintena, se han entregado en propia mano al presidente. Se carece de un boletín oficial, e incluso de un diario de sesiones. Tampoco se ha fijado el sueldo del presidente y de los parlamentarios, o las asignaciones económicas a los grupos».Coincide en estas apreciaciones un portavoz del grupo socialista vasco, que afirma que «la falta de infraestructura es tal que los problemas cotidianos de la actividad parlamentaria no tienen cauce ni salida». «Gran parte de estos males», señala, «se derivan fundamentalmente de la incapacidad del PNV para organizar mínimamente un Parlamento que sabía ya desde el 9 de marzo iba a controlar. Desde aquella fecha, el PNV debía de haberse preocupado de estudiar la estructuración interna de la futura Cámara y de planificar el trabajo de la misma. En una palabra: debía de haberse preparado para la tarea que como partido mayoritario tenía. No lo ha hecho. Para colmo, muestra una notable desatención por la Cámara legislativa, en tanto se dedica a potenciar el Ejecutivo».
Achacan la mayor parte de los grupos al PNV la improvisación en la actividad interna del Parlamento. «Cuarenta días después de su formación», afirma una fuente oficial del Grupo Mixto, «todavía no están constituidas todas las comisiones, y concretamente la de incompatibilidades, que debía de haberse creado en la sesión constitutiva del Parlamento, se ha puesto en marcha hace diez días. La falta de un informe de la misma condiciona la celebración de un próximo Pleno. Al mismo tendrían que ir más de una docena de mociones ya presentadas, que, al no existir una comisión de competencias legislativas, han tenido que ser distribuidas por la Mesa y la Junta de Portavoces en las diversas comisiones, en, las que, por otra parte, no han sido aún debatidas».
Los diversos grupos parlamentarios han recordado a EL PAIS que en la primera sesión conjunta de la Mesa y la Junta de Portavoces, celebrada en los primeros días de abril, se acordó constituir una comisión, integrada por cuatro de sus miembros, que debían trasladarse, en un plazo de quince días, a Madrid para recabar información en tomo al funcionamiento «técnico» del Parlamento español. «Dicha comisión», afirma la fuente del Grupo Socialista, «no ha sido aún convocada para realizar el viaje previsto».
Consideran los diversos grupos parlamentarios que, al igual que hizo en su día Heribert Barrera, el presidente del Parlamento vasco, José Pujana, debiera de haberse trasladado ya a Madrid, a fin de realizar las gestiones pertinentes para potenciar el funcionamiento del Parlamento vasco. «En este sentido hubiera sido necesaria su gestión cerca de la Administración para reclamar los cincuenta millones que aparecen consignados en los Presupuestos Generales del Estado para la puesta en marcha de las instituciones autónomas», declaró un portavoz del grupo de Euskadiko Ezquerra.
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