_
_
_
_
_

Un joven portugués secuestra un Boeing de la TAP y lo desvía a Madrid

Un Boeing 727 de la compañía de aviación portuguesa TAP, con ochenta pasajeros y siete tripulantes a bordo, que cubría el trayecto Lisboa-Faro-Funchal, fue secuestrado poco después de la once de la noche de ayer por un joven de dieciocho años que obligó al piloto a desviar el avión a Barajas.Noticias de última hora, transmitidas por Efe a las 3.17 de hoy, indican que a la hora de cierre de esta edición el secuestrador mantenía en su poder a ocho rehenes: los siete miembros de la tripulación y a un vicecónsul de Suecia, que, al parecer, viajaba en el avión.

A esta hora, el avión se encontraba aún en las pistas del aeropuerto madrileño, cerca de la zona militar, rodeado por efectivos de la Guardia Civil y tiradores de élite de la Policía Nacional, mientras proseguían las negociaciones entre el pirata aéreo, Luis Rodrígues, y el embajador portugués, Sa Coutinho, en presencia de altas autoridades policiales. El avión había aterrizado en Barajas cinco minutos antes de medianoche. Los pasajeros del vuelo son en su mayoría portugueses, aunque había varios ciudadanos suizos, británicos y norteamericanos. Según parece, el comandante del avión, Coutinho Ramos, tuvo tiempo de establecer un último contacto con la torre de control de Faro, cuando el joven portugués logró entrar en la cabina y amenanazarle con una pequeña pistola.

A su llegada a la capital española, el avión fue aparcado junto a la zona militar. Un primer dispositivo de guardias civiles esperaba el avión en la pista, ya que el comandante del avión portugués pulsó una tecla de la cabina que significa secuestro en el argot aéreo internacional, que fue captada en el centro de control de vuelos de Paracuellos del Jarama.

Pasa a página 7

No hay móviles políticos en el secuestro del avión portugués

Viene de primera página

Posteriormente, llegaron los refuerzos policiales y fue avisado inmediatamente el embajador portugués, quien se presentó en la torre de control del aeropuerto. El director de Policía y otras autoridades se desplazaron igualmente a Barajas.

En el primer contacto entre el embajador y el secuestrador, éste consintió en dejar abandonar el avión a 43 de los ochenta pasajeros. A cambio de ello exigió un nuevo avión y una nueva tripulación para continuar viaje a otro país (posiblemente Suiza) y una suma de dinero de diez millones de dólares (se especulaba que la cifra pudiera ser de diez millones de escudos). Las autoridades descartaron en todo momento motivaciones políticas y dudaron de las facultades mentales del joven secuestrador.

Los 43 pasajeros liberados -todos los niños y sus familiares, así como numerosas mujeres- fueron inmediatamente conducidos a la sala de autoridades del aeropuerto, donde permanecían a las 2.30 de la madrugada a la espera de ser trasladados a un hotel cercano, en tanto la compañía portuguesa esperaba habilitar un nuevo avión para trasladarles a Faro.

Según testimonios de algunos de los pasajeros entrevistados por dos redactores de EL PAIS, el secuestrador, que se autoidentificó como Luis Rodrigues, estaba muy nervioso, «casi parecía que iba a vomitar cuando se dirigió pistola en mano a la cabina del piloto».

El cónsul portugués manifestó igualmente a este periódico que, en principio, el Gobierno de su país no estaba dispuesto a acceder a las exigencias del secuestrador, si bien pensaban mantener las negociaciones con el fin de ganar tiempo. Según noticias sin confirmar, las autoridades portuguesas y españolas ofrecieron al joven portugués un trato atenuado si decidía entregarse.

Tiradores de élite de la Guardia Civil y de la Policía Armada (GEO) se hallaban apostados en lugares estratégicos y no se descartaba una posible intervención de estas unidades. Las autoridades españolas guardaron durante todo el tiempo el más absoluto secreto e impidieron la labor informativa de los periodistas y fotógrafos, los cuales no pudieron acercarse en ningún momento a ningún lugar desde donde se divisase el avión. Igualmente fueron desalojados de forma violenta de la sala de autoridades y de la sala de prensa.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_