ETA Militar inicia una campaña armada contra el tráfico de drogas
La rama militar de ETA ha iniciado una campaña armada dirigida a impedir por la fuerza el tráfico y consumo de drogas en Euskadi por considerar que es uno de los caminos más directos para corromper a la sociedad vasca y desviar a la juventud de la lucha revolucionaria.
ETA Militar inició su ofensiva armada en este campo el pasado sábado, al colocar un artefacto explosivo en un pub de San Sebastián, considerado por la organización como uno de los principales puntos de venta de drogas duras y blandas. El análisis político de ETA Militar sobre este fenómeno social no difiere en lo sustancial de las tesis sustentadas por Herri Batasuna, que hace poco tiempo hizo público un extenso informe sobre el tema.ETA Militar considera que la introducción de droga en el País Vasco no obedece únicamente a un planteamiento mercantil, sino que responde a una calculada planificación orientada como «un instrumento eficaz que sirve de arma complementaria a los diferentes aparatos de represión ideológica, política y económica, utilizados habitualmente por las clases dominantes contra los trabajadores vascos ».
La organización armada informa que actuará militarmente contra aquellos establecimientos que sirvan de soporte al tráfico de drogas y también contra las personas más destacadas en la distribución del producto. «Nuestros esfuerzos se dirigirán tanto a realizar ataques de advertencia sobre establecimientos y centros de distribución y consumo de tales productos», afirma textualmente ETA Militar, «como a realizar ataques de eliminación física sobre miembros significativos de este alienante y corrompido mundillo de la droga». Más adelante, justifican la colocación de un artefacto explosivo en el pub El Huerto por considerar que es un bar frecuentado por traficantes y elementos del lumpen que se dedican al trapicheo, consumo y extensión del mercado de todo tipo de drogas, especialmente de aquellas calificadas de duras, como heroína, LSD, etcétera».
Aunque esta es la primera acción directa de ETA Militar contra lo que la organización denomina «mafia de la droga», hace ya algún tiempo los milis se responsabilizaron de la voladura de una discoteca en Tolosa, por considerar que era centro de corrupción moral de la juventud. También la rama político-militar de ETA intervino recientemente en las salas cinematográficas donde se exhibían películas clasificadas «S», por entender que constituyen un elemento claramente propiciador de las violaciones.
ETA Militar considera que los interesados en introducir la droga en Euskadi se valen de «elementos sin escrúpulos, de mercenarios carentes de personalidad y ética social».
«Hay sectores de nuestro pueblo, especialmente de nuestra juventud», opina más adelante el comunicado de ETA Militar, «que han sucumbido al cebo colocado, encontrándonos en estos momentos con que en zonas de Euskadi reconocidas principalmente por su combatividad y radicalización de lucha se dan cada vez más casos de jóvenes entregados al trapicheo y consumo de drogas duras, y cuyo final, desgraciadamente, no puede ser otro que la muerte por sobredosis, o la conversión en confidentes » .
Por otra parte, la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta y Discotecas de Guipúzcoa ha respondido al informe de Herri Batasuna en el que, al margen de otras consideraciones, se denunciaba la existencia de «una mafia que explota en el País Vasco el comercio de heroína a gran escala, formada por una docena de personas ligadas algunas de ellas a negocios de boîtes, restaurantes, etcétera, individuos con buenas relaciones sociales y con un cierto nivel de popularidad, incluso ».
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