La agencia Efe despide a uno de sus redactores en Lisboa

El redactor Ramón Font Bovet, de la delegación de Efe en Portugal, ha sido despedido por su director, Javier Zuloaga, despido aceptado por la central de Efe en Madrid.

Como «justa causa de despido» se invoca, en las conclusiones del proceso disciplinario incoado contra el periodista catalán, el «desacato a la jerarquía y disciplina de la empresa» y la falta de respeto y consideración por el superior jerárquico, ya que se precisa que «en ningún momento ha sido cuestionada la competencia profesional del periodista».

La noticia ha provocado indignación en el seno de la Asociación de la Prensa Extranjera en Portugal, de la que Font es secretario general, y en los medios profesionales portugueses, ya que el «caso Font» se relaciona con un tema muy discutido actualmente en Portugal: el de la censura interna en los medios de información.

Debate sobre la censura y el derecho de información

Sin volver sobre los orígenes del enfrentamiento Zuloaga-Font, sobre el que EL PAÍS informó en su día, merece la pena citar algunas de las consideraciones formuladas acerca de la censura y del derecho de información en la carta de despido dirigida a Ramón Font.Según el asesor jurídico de Efe en Lisboa, se afirma que Zuloaga no practicó «objetiva ni subjetivamente censura» acerca de la noticia elaborada por Font, ya que la única censura es la que se ejerce «de fuera para dentro» del órgano de información. Sin embargo, aunque de censura interna se tratase, Zuloaga no haría más que «ejercer los poderes que son conferidos por ley al director de un órgano de información», ya que la libertad de creación, expresión y divulgación reconocida al periodista por el estatuto profesional «tiene como límites las competencias del director de la publicación».

La argumentación jurídica subraya que ninguna empresa está obligada a «publicar cualquier noticia elaborada por sus periodistas», puesto que dichas noticias no deben «lesionar los intereses de la empresa». Intereses que en los órganos de comunicación, como en cualquier otra empresa, pública o privada, siempre en opinión del asesor jurídico de Efe en Lisboa, se relacionan con su «rentabilidad», que cabe al director defender.

Para mejor ilustrar su punto de vista, el juez del proceso disciplinario recuerda que «es del conocimiento del visado que no pocas veces noticias enviadas por las delegaciones en el exterior son «corregidas, ampliadas o rectificadas» por la central de Madrid, sin previa consulta a los directores de las respectivas delegaciones.