Entierro del "etarra" muerto en el atentado a un guardia civil

Toda la población guipuzcoana de Elgueta participó ayer en los actos fúnebres por Xabier Aranceta Eguizábal, miembro del comando de ETA Militar muerto violentamente el lunes al participar en el atentado que costó la vida al guardia civil Rufino Muñoz Alcalde. Un espectacular despliegue policial volvió a impedir ayer el acceso a la localidad, que vivió su segunda jornada de huelga en señal de dolor por la muerte de su convecino. Los controles, extremadamente rigurosos durante la mañana, sólo fueron eludidos por algunas personas, que consiguieron acceder a la villa a través del monte.La Corporación de Elgueta acudió al funeral y entierro en cumplimiento del acuerdo adoptado por unanimidad en una sesión extraordinaria celebrada a últimas horas del martes, en la que se aprobó también un comunicado oficial en el que se definía a Xabier Aranceta como un héroe popular caído por la independencia y el socialismo. El ayuntamiento de esta localidad está compuesto por tres concejales del PNV y dos candidaturas independientes, una con cuatro concejales y otra con dos, esta última próxima a Herri Batasuna. A últimas horas de la tarde, las fuerzas de la Policía penetraron en el ayuntamiento, y, tras algunas negociaciones, permitieron la celebración de una asamblea popular, advirtiendo que no tolerarían que se realizara la manifestación prevista.

El Ayuntamiento de Elgueta había acordado, también por unanimidad, el martes estudiar la posibilidad de dedicar una calle de la villa al miembro de ETA muerto, «como expresión más acertada de la talla que Xabier tenía para todos nosotros: héroe popular caído por la independencia y el socialismo para nuestro pueblo». La corporación critica también duramente al gobernador civil y a la Policía Nacional por retirar la ikurriña que ondeaba a media asta en la casa consistorial. Más adelante, comparan el despliegue policial que tuvo lugar el martes en la villa con un «estado de sitio».

Por último, la corporación decidió también ratificar y hacer suyo el comunicado aprobado por la asamblea del pueblo, en el que se exaltaba la personalidad del miembro de ETA Militar muerto en la acción.