_
_
_
_
Tribuna:SPLEEN DE MADRID
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

La España radial

A mediodía almuerzo con Tierno Galván y los libreros de viejo. Están gestando la Feria del Libro de Ocasión y casi todos son libreros de Madrid, de la Cuesta de Moyano, de la calle de la Libertad, de San Bernardo, de la calle de la Escalinata (donde tiene la buhardilla la prima/amante de Opera prima, el filme pasota recién estrenado). Viene algún librero de La Coruña, de Valencia y así, pero tampoco en esto la cultura se ha descentralizado. Lo dijo Ramón Tamames, en su conferencia del Club XXI.- De nada sirve la España de las autonomías, que es una ingenuidad mientras servicios nacionales como el ferrocarril o la electricidad sigan siendo de estructura total, peninsular, radial.

O sea que los políticos, que creen que la política se hace en el Parlamento, en la Televisión o en la Moncloa, en cualquier parte menos en la calle, en la realidad, en la vida, han concedido unas autonomías alegres y desentendidas que pronto se quedarán zumbadas frente a esa verdad elemental de que España tiene estructura unitaria, desde hace varios siglos, y que ni el señor Félix Boix, que metió tanta mano en la cosa del ferrocarril posromántico, ni Joaquín Costa, cuando planeaba su regeneracionismo de escuela y despensa, podían contar con que El Bierzo se iba a levantar contra León, en un psicodrama autonomista que lleva a sus últimas consecuencias calderonianas el proceso integrador/desintegrador de UCD. El Bierzo hortelano en armas de espárragos belicosos, el Bierzo en llamas de pimientos morrones contra el imperialismo centralista y goticoleonés de la capital. Esa es la realidad zarzuelera y chistosa de unas autonomías impartidas frívolamente.

Ramón Tamames, que venía del Congreso de tomarle la lección de economía a Abril Martorell, dio en el Club XXI un recital de números, datos, nombres y hechos que supone la más completa y honesta diálisis de la crisis, la política reaccionaria, la falta de política, el planteamiento económico, la falta de planteamiento y la España radial. O sea, que autonomismo/federalismo no es mutilar de humanidades castellanas la Universidad de Barcelona o mutilar de berenjenas del Bierzo los mercados leoneses, porque todo ello no supone sino una utopía folklórica impuesta sobre la estrella de agua, electricidad y ferrocarriles que España es desde el siglo pasado.

Por la noche voy al pueblo/distrito de Fuencarral, raptado por Cristina Almeida, musa masiva de un Rubens municipal y periférico, para hacerles a los fuencarraler s el pregón de las flestas, y les digo desde el balcón consistorial, gritando contra el ronquido de los autobuses y la ordalía de la pachanga, que sean ellos mismos, que no se dejen devorar ni un día más por el Granmadrid de hetairas y monedas que ha sepultade, en hormigón bancario sus velazqueñas y solanescas periferias. Quiero decirles, en fin, que escapen a la España radial, cuyos radios solares parten del kilómetro cero de la Puerta del Sol, lo cual le hacía decir a Camilo José Cela, cuando vagabundo, encontrándose en cualquier carretera de España:

- Estamos a 523 kilórnetros de la Dirección General de Seguridad.

Termino el día en el María Guerrero, donde la genial Marla Asquerino y un grupo de jóvenes grandes actrices que la secundan han estrenado una comedia del catalán Benet i Jornet. Mi querido y querellado Terenci Moix me presenta a Benet i Jornet, una nueva y valedera promesa de la siempre viva literatura catalana, que, sin embargo, ha tenido que venir a revalidarse a la España radial, a un teatro de Madrid, con una gavilla de apasionantes actrices, porque la cultura y el teatro también son una cosa radial, en España, y los rejionales, como los distinguía Juan Ramón, con su jota lírica, acaban en afluentes catalanes, valencianos, gallegos, del castellano.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_