Sin reacción oficial española

El Gobierno español no ha querido hacer comentario alguno sobre el intento de Estados Unidos de liberar por la fuerza a los cincuenta rehenes norteamericanos retenidos en Teherán. Un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores se limitó a decir que «España no ha sido informada por el Gobierno de Washington sobre tales acontecimientos», y que el Gobierno hispano continúa preocupado por la suerte de los rehenes.El ministro de Exteriores, Marcelino Oreja, ha rechazado todas las preguntas que le han sido formuladas sobre el tema. El ministro no ha querido reaccionar sobre la intentona americana, sus consecuencias en las relaciones internacionales, ni sobre cuál es, en la actualidad, la actitud de España frente a Irán, después de la decisión del Gobierno de Madrid de sumarse al primer grupo de iniciativas de presión sobre Irán que los países de la CEE adoptaron el pasado día 11 en Lisboa.

Como se recordará, hace quince días España decidió apoyar las iniciativas de las Comunidades Europeas en las que se pidió al Gobierno iraní una fecha para la liberación de los rehenes y el modo en que serían puestos en libertad. Este trámite fue cumplido por los miembros, de la Embajada de España en Irán. Lo que no ha hecho España es llevar hasta el final la iniciativa de los nueve, que incluía una retirada del embajador para consultas, a la espera de una reacción iraní. El embajador de España, Javier Oyarzun, no ha sido retirado, entre otras cosas, porque aún no ha presentado sus cartas credenciales.

Para el PSOE, que califica la operación norteamericana como «un duro golpe a la ya debilitada situación en Oriente Próximo», resulta inconcebible que una campaña electoral pueda alterar previsiblemente la paz mundial. En cuanto al PCE, Manuel Azcárate, responsable de la política internacional, la decisión de Jimmy Carter «ha convertido la crisis iraní en un caso de guerra desproporcionado»