París: incredulidad de Gromiko y silencio oficial
Como el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Groiniko, que no quería creer en la «aventura» del presidente Jimmy Carter, los franceses, al escuchar las noticias de la radio se quedaban más o menos espantados: «No es posible», era el comentario unánimle. El Gobierno, sorprendido igualmente, prefirió no hacer comentarios. Quien más, quien menos, estima que la operación puede acarrear riesgos graves.Para concluir su visita oficial de dos días en Francia, el ministro de Exteriores soviético ofreció ayer una rueda de prensa. El contencioso franco-ruso perdió actualidad porque, horas antes, cada cual había leído o escuchado los primeros flashes sobre el tropezón histórico de Carter.
Las primeras preguntas forzaron el análisis del dirigente soviético: «Cuando me llegaron las primeras informaciones», declaró, «estuve a punto de no.creerlo», lo que casi obligó a sonreír a un hombre célebre por su austeridad expresiva. Después, añadió: «Nosotros nos oponemos totalmente a toda medida militar o acción de fuerza por parte de Estados Unidos, o de otro país cualquiera, contra Irán». Apurado al responder sobre una eventual ayuda de la URSS a Irán, el ministro soviético se negó a contestar porque esa eventualidad «responde a una situación hipotética».
El Gobierno francés, por su parte, alo largo del día de ayer repitió que «no hacemos comentario alguno». Ante la insistencia de los medios informativos, el portavoz del palacio presidencial del Elíseo declaró: «No se nos habla informado de antemano de este asunto».
Los portavoces de los partidos condenaron todos la iniciativa americana. Para los gaullistas, sogún declaró uno de sus dirigentes históricos, Maurice Couve de Murville, «esta operación nos deja asombrados y en situación embarazosa». El número dos oficial del Partido Socialista, Lionel Jospin, calificó de «absurda» la intervención americana y, como la gran mayoría de los franceses se manifestó «en contra de toda acción militar que, como ésta, hace correr graves peligros al mundo entero».
Ayer, a lo largo del día, en diversos medios parisienses, los comentarios o expresiones relativos al asunto eran categóricos y burle".
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