Muchos nervios
Una de las pocas cosas que faltaban a nuestras deprimidas Bolsas de comercio eran comentarios como los que en la noche del pasado jueves realizaron en Televisión un grupo muy significado de economistas y expertos financieros. Estos diagnósticos, abiertamente negativos para el futuro inmediato de la economía española, tuvieron un reflejo inmediato en el tablero de cotizaciones del mercado madrileño. El incremento en el número de acciones puestas a la venta fue vertiginoso, y de una situación de relativa calma que se detectaba entre los especialistas antes de iniciarse las operaciones, se pasaba, casi sin solución de continuidad, a un ambiente febril, en el que todos pretendían vender, pero eso sí, sin que se enterase el vecino de al lado.Este ambiente era absolutamente válido para todos los departamentos del mercado, pero quizá donde con mayor claridad se apreciaba era en el sector bancario, cuyos saldos vendedores, rompiendo todas las previsiones realizadas a primera hora, se multiplicaron por tres o cuatro, y se generalizaban las cesiones en los cambios.
La Bolsa de Barcelona se desenvolvió un poco de espaldas a estas constantes, e incluso algunos bancos se apuntaban discretas mejoras, continuando con la tendencia apreciada al cierre del jueves.
En el mercado bilbaíno, las dificultades subían de tono al ser interrumpida la sesión por la irrupción en el parqué de los trabajadores de Westinghouse.
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