_
_
_
_
_

Bagdad puede ser el nuevo "gendarme del golfo"

El recrudecimiento de la tensión entre Irak e Irán, por un lado, y entre Irán y Estados Unidos, por otro, inquieta a los dirigentes de los países del golfo Pérsico, y les irrita el hecho de ver que la suerte de su región depende una vez más de factores ajenos a ellos.A los observadores árabes les intriga la concomitancia entre las dos crisis. Irak, señalan, endurece su postura y expresa sus quejas con respecto a Irán cada vez que se agrava el asunto de los rehenes norteamericanos retenidos en Teherán y Estados Unidos amenaza a Irán con nuevas sanciones.

Los observadores destacan en este contexto los acontecimientos de diciembre pasado, cuando varios incidentes violentos ocurrieron en la frontera irano-iraquí y corría el rumor de que fuerzas iraquíes habían invadido la provincia iraní de Juzestán, lo que podía significar el comienzo de una guerra.

Del mismo modo, Irak exige ahora que Irán evacue las tres islas ocupadas en 1971 por las tropas del sha, situadas a la entrada del estrecho de Ormuz, y concentra a 20.000 hombres en su frontera con Irán, en el mismo momento en que Washington rompe sus relaciones diplomáticas con Teherán, presiona a sus aliados y amenaza a Irán con nuevas sanciones.

Los observadores árabes no van tan lejos como para hablar de una connivencia entre Bagdad y Washington, connivencia, por otra parte, improbable, si se tiene en cuenta la situación en que se encuentran las relaciones entre las dos capitales y el obstinado rechazo de todo contacto con Estados Unidos por parte de las autoridades iraquíes.

Sin embargo, los árabes se preguntan si el juego de Irak no consistirá precisamente en aprovecharse, del hecho de que no aparezca sospechoso de connivencias con Norteamérica para mover sus peones sin correr grandes riesgos. Bagdad podría promover así su proyecto de defensa unificada del golfo Pérsico, bajo su escudo protector, y tratar de apropiarse. del papel que el Irán imperial desempeñó en su día en esa zona.

Ahora bien, aunque los países del golfo Pérsico están más o menos de acuerdo en encargarse ellos mismos de la defensa de la región, no lo están cuando se trata de hacer depender esta defensa del Irak baasista, el país militarmente más poderoso de la zona, pero también el políticamente más distante.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_