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Reportaje:Un año de ayuntamientos democráticos / 5

Rentería, el dormitorio más conflictivo de San Sebastián

Entre 1950 y 1978 Rentería pasó de menos de 15.000 a 50.000 habitantes en dos fases claramente diferenciadas. Por una parte se produjo el boom de la posguerra, con un crecimiento industrial que atrajo la emigración. Los hijos de aquellos emigrantes están hoy plenamente integrados en la vida renteriana. Muchos de ellos han radicalizado sus posturas políticas y Herri Batasuna obtuvo muchos de sus votos.El segundo impulso de crecimiento se registró a partir del año 1970 y hasta 1975. La expansión industrial incontrolada se consolidó. Rentería se convirtió definitivamente en un suburbio de San Sebastián y la población ascendió a 50.000 personas. La construcción se desbocó hasta límites inconcebibles. La especulación hizo que naciera un bloque en cada esquina, y es en ese mismo año, 1975, cuando comenzó a gestarse lo que con el tiempo se convertida en uno de los movimientos ciudadanos más fuertes de Euskadi y de España. El estancamiento económico de 1975 repercutió en el crecimiento industrial y en el del sector de la construcción. Hoy Rentería ve cómo la industria se desplaza hacia Oyarzun, aunque los problemas siguen y no hay desplazamiento político, de lucha obrera y ciudadana continuas, que hacen de esta ciudad el núcleo más conflictivo de Euskadi.

La pequeña Manchester, como se conoció a Rentería, era el lugar en el que se fabricaba desde un cenicero hasta los productos siderúrgicos más elaborados. José Iriarte, Bikila, líder del movimiento asambleario, dice hoy que «había productos de Rentería allá donde ibas». El proceso político de Euskadi ha encontrado en Rentería una caja de resonancia cualificada. El 13 de julio de 1978 toda Euskadi volvía al trabajo después de una huelga general como protesta por los sucesos ocurfidos en Pamplona durante los sanfermines. Sin embargo, Rentería continuaba la huelga.

«La gente», dice José Iriarte, «estaba en la calle. Había habido una asamblea cuando vimos entrar por la calle Viteri, la principal de la ciudad, una gran cantidad de autobuses llenos de policías que salían en posición de combate. Saquearon el pueblo. Hay fotografías en las que se les ve robando en las pastelerías. Crearon un clima de terror con una postura incomprensible. Orinaban en los portales de las casas.»

La junta gestora municipal, era entonces el reflejo de, proporciona los resultados electorales producidos el día 15 dejunio. El presidente de la gestora, Antonio Gutierro, del PSE-PSOE, comunicó a los vecinos la decisión de la junta de convocar a los comerciantes cuyos establecimientos habían sido saqueados por la policía para evaluar los daños, ya que el gobernador civil había prometido una indemnización. Paralelamente se celebró una asamblea política en la calle. La manifestación de protesta, convocada por la gestora, congregó a unas 2.000 personas, mientras que la convocada por la asamblea, en la que se integraban los partidos, extraparlamentarios, contó con una participación tres o cuatro veces mayor.

La fuerza del movimiento asambleario

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La gestora alcanzó su máximo grado de impopularidad cuando, con motivo de las fiestas patronales del día 22 de julio, varios de sus miembros fueron hasta el cuartelillo de la Guardia Civil a obsequiar pasteles a las fuerzas de la Benemérita, en un acto que el representante del PCE calificó de intento de distensión. Cuando los vecinos asistentes a la asamblea, en la que se pidieron cuentas a las gestora de los fondos que el Gobierno Civil debería haber entregado a los comerciantes, se enteraron de la visita al cuartelillo de la Guardia Civil, Rentería se llenó de pancartas y pegatinas en las que se leía, entre otras cosas: «Los grises roban pasteles y a los civiles se los lleva la gestora. »

Antonio Gutierro, un año después de dejar la presidencia de la gestora, opina que «la fuerza del movimiento asambleario fue enorme porque nunca había habido un auténtico poder municipal. «La coordinadora de Urbanismo hizo un trabajo de denuncia muy serio. Sin embargo, cuando entró la gestora, pienso que el movimiento asambleario cedió en su fuerza. Hubo intentos de enfrentar a la gente con el Ayuntamiento. Creo que esta gestora hizo cosas muy positivas para Rentería. Con el gobierno municipal en nuestras manos, en la de todos los partidos votados el 154, excepto del Partido para Revolución Vasca (EIA), intentamos enderezar una situación urbanística plenamente consolidada en su aspecto negativo. Hubo, pues, que acometer la tarea de sanear la estructura interna hasta donde se pudo.»

«El Ayuntamiento dice que no sabe cuál es su norte, ha confundido los papeles. Los partidos nacionalistas, PNV y EE, que rompieron en Guipúzcoa su pacto con el PSOE y PCE, han caído en la trampa tendida por Herri Batasu na de ir a unos plenos puramente políticos en los que no se resuelven temas municipales de urgencia. HB tiene una serie de responsabilidades que no ha asumido, porque no tiene criterio propio. Los planteamientos cambian en los plenos abiertos en función de lo que diga cualquiera de los asisten tes. El PNV, por ejemplo, estára dicalmente enfrentado con las propuestas socialistas. Tiene que ser EE el que actúe como intermediario. Aunque HB ha intentado canalizar el movimiento asam bleario a través de los plenos y las comisiones abiertas, creo que el movimiento asambleario tiene más fuerza que el propio Ayuntamiento y HB va a remolque. Es muy fácil sumarse al grito de autopista un peaje o CAMPSA, figura del pueblo, pero no se ha dado paso alguno para intentartacer posibles estas reivindicaciones».

Un muestrario de desastres urbanísticos

Sabin Olaizola, alcalde de Rentería, piensa que la ciudad hoy es un verdadero muestrario de desastres urbanísticos. «Cuando entramos hace un año nos encontramos sin agua suficiente, sin aceras en los barrios, con proliferación de infraviviendas y un problema de especulación difícil de abordar. A todo esto se añade el problema de orden público, por falta de autonomía municipal. El Ayuntamiento ha tenido que hacer una reestructuración partiendo de las bases más elementales, como dotar de funcionarios a los servicios públicos. Se han contratado más de treinta nuevos, trabajadores, de los que dieciocho son policías municipales, Al margen de esto, encontramos injusticias en cuanto a los salarios y hemos aplicado la norma de a trabajo igual, salario igual.»

Algunos de los temas que este Ayuntamiento quiere abordar en los próximos meses son la municipalización de los servicios públicos y marcar un control de precios en el mercado interno; intentar la venta directa, sin intermediarios. El establecimiento en la zona de los supermercados Mamut y Carrefour va a hacer muy difícil esta idea. Otro de los temas a plantear en los próximos meses es el de la autonomía fiscal de los municipios, cuestión que habrá que plantear cuando, a partir de hoy, quede constituido el Gobierno vasco. «Respecto al tema de orden público dice Sabin Olaizola, «en el último año ha habido tres muertos, bombas contra el Ayuntamiento y cinco mujeres violadas por gente que iba pistola en mano. El hecho de que el cuartel estuviera en el centro del pueblo causaba muchos problemas. A petición del Ayuntamiento, el cuartel se desplazó a otro lugar, aunque hizo falta un muerto más para que el gobernador civil accediera. Todo esto hace que la gente del pueblo piense que los del pueblo somos los que mejor sabemos cómo resolver nuestros problemas. Desde que salió el cuartel de la policía, la mejora del ambiente es evidente, aunque siga amenazado por sectores derechistas, como ya se vio en el tema de las violaciones. Es necesario que la gente esté en la calle. »

El lunes 11 de junio de 1979, la policía irrumpió en el Ayuntamiento tras disolver una asamblea en la calle. Se celebraba un pleno en el que se decidían las medidas a tomar tras la muerte de un travestido, el día anterior, por disparos de un policía de paisano en una sala de fiestas. Rentería realizó huelga general al día siguiente. El comandante Medaro, que mandaba las fuerzas que tomaron el Ayuntamiento, fue trasladado, por disponible forzoso, un mes después.

Durante el año 1978, según datos de la Cámara de Comercio, Rentería aportó al Estado 1.872 míllones de pesetas en conceptos de impuestos, mientras que el presupuesto municipal ascendió a 153 millones de pesetas. «Del actual presupuesto, el 60% corresponde a gastos de personal, y el 20%, a gastos fijos. En esta situación el Ayuntamiento está hipotecado al desastre. Son necesarios, al menos, 2.000 millones de pesetas para transformar el área urbana de Rentería. La disposición sobre cuotas fiscales a los ayuntamientos permitía aumentar los impuestos a los renterianos entre un 70% y un 100%. Herri Batasuna dice que no se puede admitir gravar aún más impuestos para conseguir 23 millones de pesetas más. Es necesaria la autonomía fiscal, con medidas claras que posibiliten el desarrollo del sector público, y que los impuestos sean controlados desde el Ayuntamiento. Esta es una idea que está en la calle. El resto de los partidos lo ven inviable, pero eso es despreciar lo que pide la mayoría.»

Más del 50% de la población, no es autóctona

«Rentería es hoy un pueblóproletario», dice el alcalde, «que nutre de mano de obra a la zona periférica, incluido San Sebastián. La radicación de la burguesía es nula. Más de un 50% de la población es emigrante, y muchos de ellos, los nacidos aquí sobre todo, han asumido plenamente la realidad de Euskadi. No hay lucha entre emigrantés y autóctonos, porque no se establecen diferencias entre ellos. Herri Batasuna ha recogido muchos votos de los hijos de los emigrantes. Sobre ese porcentaje de abstiención o la bajada de votos que HB ha tenido en Rentería durante las elecciones al Parlamento vasco, pienso que en buena parte es una abstención proveniente de sectores simpatizantes de HB, pero que adoptan posturas más radicales que la coalición, en cuanto a la participación en los órganos institucionales. La gente no ha visto soluciones y piensa que tampoco el Parlamento vasco va a solucionar sus reivindicaciones. »

El actual Ayuntamiento piensa que el plan general puede ser la solución a los problemas urbanísticos de Rentería, en un plazo no superior a catorce meses, mediante el trabajo de técnicos contratados a los que se pagaría para que trabajaran ocho horas al día. La Coordinadora de Urbanismo, sin embargo, piensa que eso es imposible «porque hace seis años que se está con ese tema y hasta ahora no se ha hecho ni un estudio socioeconómico. Antes que el plan general habría que hacer un estudio urbanístico sobre medidas urgentes». Dos miembros de la Coordinadora enfocan el último año de gestión municipal como «una continuación de la campaña electoral. El Ayuntamiento no ha hecho nada. Los plenos abiertos son una forma de enmascarar la falta de soluciones reales. En 1978, la coordinadora de vecinos realizó un estudio de las necesidades prioritarias, avalado por técnicos, que posteriormente fue premiado en Madrid. Ha sido el movimiento asambleario y la defensa que los vecinos hacen de sus intereses. lo que ha permitido paralizar nuevas construcciones y echar por tierra, por ejemplo, un plan que pretendía hacer crecer seis veces un barrio infradotado que dispone de un solo aúceso, cruzando las vías del tren, de tres metros de ancho. Ese plan fue supervisado legalmente por el gabinete jurídico del señor Múgica».

Sobre la integración de los ciudadanos no autóctonos, los repre sentantes de las asociaciones veci nales piensan que «la gente inmigrada vieja se ha marchado, y en ello ha influido notablemente el paro. En Rentería interesó crear un núcleo suburbial en el que ubicar la emigración. Aquí vino la gente a trabajar, a por dinero, y los hijos de los emigrantes se han integrado plenamente. El trato que se les ha dado aquí no se les ha dado en Ca taluña, por ejemplo. Lo que pasa es que el chovinismo nacionalista es falso. Aquí la conciencia nacional lleva implícita la lucha de clases y viceversa. La propia lucha de cla ses ha sido un factor importante en el acercamiento de los emigrantes al entendimiento de la situación de Euskadi, tanto desde el punto de vista obrero como ciudadano ».

Cuando a los representantes de los vecinos se les pregunta sobre las carencias fundamentales de Rentería, contestan: «Ponlas todas». La concentración masiva de cemento y hormigón en que se ha convertido Rentería, sufre un elevadísimo índice de contaminación, y está atravesada por la carretera general San Sebastián-Irún, por la que circulan una media de 30.000 automóviles diariamente.

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