Turquía, sin presidente, en medio de una grave crisis política y económica

El presidente de Turquía, Fahri Koruturk, cesó en su cargo el domingo, una vez terminado su mandato presidencial de siete años, sin que las principales fuerzas políticas del país hubieran conseguido ponerse de acuerdo en el nombramiento de un sucesor. Según lo previsto en la Constitución, el presidente del Senado, Ishan Sabri Caglayangil pasó a ocupar interinamente la presidencia de la República.

Koruturk, un almirante retirado que ha sido el sexto jefe de Estado de la República turca, creado en 1923 por Mustafá Kemal Ataturk, se dirigió al país por radio y televisión. e hizo un llamamiento a la unidad de los líderes políticos para que, superando sus diferencias, hagan frente a la grave crisis que vive Turquía, La Constitución no impide a los presidentes salientes presentarse a la reelección, aunque les garantiza un escaño vitalicio en el Senado.Las dieciocho votaciones celebradas hasta ahora en la Asamblea Nacional (sesión conjunta de las dos Cámaras legislativas, Senado y Asamblea) no dieron a ninguno de los candidatos la necesaria mayoría de dos tercios. El Partido Justicialista, de Soleyman Demirel, en el poder desde el pasado mes de noviembre, está gobernando en minoría y, por tanto, muy lejos de conseguir los votos necesarios para alcanzar el nombramiento de uno de sus candidatos.

Los principales partidos políticos celebraron ayer intensas consultas, destinadas a elaborar listas de candidatos a la presidencia de la República, susceptibles de obtener el respaldo de otras formaciones políticas. Mientras que el Partido de Salvación Nacional, un grupo fundamentalista islámico que encabeza Mecmettin Erbakan, y que es la tercera fuerza política en Turquía, presentaba una lista de veinte candidatos al partido gubernamental, el Partido Republicano Popular, de Bulent Ecevit, la principal formación de oposición, se mantenía al margen y repetía sus llamamientos a un Gobierno de concentración nacional.

Sólo un civil

De los seis presidentes de Turquía, sólo uno, Celal Bayal, que ocupó el puesto en la década de los cincuenta, ha sido civil. La posibilidad de que un alto mando de las fuerzas armadas renuncie a su cargo, sea nombrado senador por el presidente interino y, después, elegido presidente de la República, sistema que ya se utilizó en 1966, no puede descartarse totalmente, aunque observadores políticos en Ankara comentaban ayer que, de optarse por esta solución, el Gobierno habría recurrido a ella anteriormente, sin esperar a la serie de estériles votaciones parlamentarias.Las dificultades para elegir un presidente de la República se producen en un momento en que Turquía sufre una gravísima crisis económica y se registra una escalada en las acciones terroristas. Durante los tres últimos días, treinta personas han muerto asesinadas por extremistas de diverso signo político. El Ejército patrulla Ias calles de Estambul y Ankara, y la ley marcial está en vigor en veintiuna de las 67 provincias del país.

El Ministerio del Interior anunció el domingo que, en las últimas dos semanas, se había procedido a la detención de 3.424 personas, acusadas de asesinatos, robos a mano armada y participación en enfrentamientos armados. La lira turca, sufrió una nueva devaluación la semana pasada, mientras que la tasa de inflación anual se prevé superior al ciento por ciento y escasean algunos productos alimenticios.

El Partido Justicialista, en el poder, se declaraba ayer dispuesto a resolver el problema de la elección presidencial en las próximas 48 horas, pero en la sede central del partido de oposición, el Republicano Popular (socialdemócrata), se recibían estas declaraciones con escepticismo y se insistía en que sólo una coalición gubernamental podrá resolver los graves problemas de Turquía, de los que la elección presidencial es sólo una muestra.